Por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud, cada 21 de mayo se conmemora a nivel mundial el Día de Promoción de la Lactancia Materna.
El Municipio, a través del Comité de Salud, adhiere a esta conmemoración y brinda información tendiente a promover la lactancia materna, la cual presenta un impacto muy positivo no sólo en el bebé sino también en la mamá.
De acuerdo a lo establecido por la Sociedad Argentina de Pediatría, la lactancia materna posee innumerables beneficios para el infante:
– Juega un papel fundamental en el desarrollo de la microbiota del bebé en los primeros mil días
– Estimula su sistema inmunológico
– Permite aceptar mayor variedad de alimentos y sabores
– Favorece el crecimiento adecuado de la boca y la mandíbula
– Impacta positivamente sobre la estimulación, la conducta, el habla, la sensación de bienestar y la seguridad.
– Mejora la forma de vincularse con otras personas.
– Previene enfermedades como obesidad, colesterol alto, presión arterial elevada, diabetes, asma y leucemias.
– Reduce la posibilidad de padecer diarreas, neumonía, otitis media y meningitis.
Asimismo, el hecho de amamantar impacta de forma muy positiva en la salud de la mamá, reduciendo el riesgo de padecer cáncer de mama, útero y ovario, linfomas y osteoporosis; e incluso infartos o enfermedades coronarias.
La SAP, en adhesión a lo establecido por la OMS, recomienda la lactancia como modo exclusivo de alimentación durante los seis primeros meses de vida. A partir de entonces se recomienda continuar con la lactancia materna hasta los dos años, complementada adecuadamente con otros alimentos inocuos.
La lactancia debe ser un tema de incumbencia a nivel comunitario: tal como explica la obstétrica Yesica Wilt, integrante de la subsecretaría de APS, si bien la mamá y el bebé son los protagonistas de este momento tan particular que es el de amamantar, su entorno familiar y social es fundamental para que la lactancia sea sostenible. Es necesario que la mamá reciba ayuda en las tareas del hogar, y que en su ámbito laboral cuente con un espacio adecuado para amamantar a su bebé, así como también un espacio de extracción y conservación de leche materna. A nivel estatal es primordial el desarrollo de acciones que promuevan la lactancia materna (tanto a nivel público como privado, existen leyes que protegen la lactancia).
Por otro lado, más allá de la indiscutida importancia de la lactancia, es importante visibilizar otras miradas al respecto. “Si bien se han logrado avances en este cambio de paradigma, debemos reforzar el compromiso de involucrarnos en este camino. Para ello es menester acompañar y trabajar con las familias y hacia el interior de los equipos perinatales, conociendo; garantizando y defendiendo los derechos de la mamá y el bebé”.
En este sentido, es importante concientizar sobre la presión social por el ideal materno que pesa en muchas mamás, desde el punto de vista psicológico. Ideal que se transmite y se perpetúa, mediante el cual se espera que toda “buena madre” amamante a su bebé.
Desde los protocolos de lactancia se plantea como escenario ideal que un bebé de menos de seis meses reciba lactancia materna exclusiva y la misma se extienda hasta los dos años aproximadamente. Pero ¿Qué sucede cuando por alguna razón la mamá no puede, o no desea, amamantar a su bebé?
La Lic. Gabriela Rosatto, psicóloga de la planta de salud municipal, destaca que “hay múltiples motivos por los cuales una madre no pueda amamantar a su bebé”.
“Desde mi lugar de trabajo en Neonatología, he acompañado muchas madres que no han amamantado a sus bebés. Algunas por deseo personal, teniendo sus propios ideales y principios basados muchas veces en vivencias y/o traumas personales. Otras por prescripción médica, por medicaciones que toman por cuestiones de salud, otras por haber tenido situaciones complicadas en el parto que las llevaron a quedar internadas varios días post nacimiento en UTI (terapia intensiva), otras por haber accedido a la maternidad desde la adopción, entre muchos otros ejemplos. Más allá del sin fin de razones que puede haber en estas situaciones, lo que se pone en juego es muchas veces ´la culpa´ de sentirse ´malas madres´ por no cumplir con un ideal social con el que crecemos”, subraya la profesional.
Desde el punto de vista psicológico, si bien se considera que la lactancia materna favorece el vínculo materno filial, no es el único vehículo para acceder a este vínculo, ni tampoco lo garantiza. Justamente esto explica Rosatto, quien plantea que “hay infinidad de ejemplos, que con solo mirar nuestro alrededor podremos observar, de madres que mientras amamantan no están conectadas con la mirada en su bebé sino que están con la mirada en su celular, en una charla con otra persona, mirando tv, fumando, entre otros ejemplos de la vida cotidiana que podemos expresar”.
Por el contrario, explica la psicóloga, “hay un sinfín de ejemplos de madres alimentando a sus bebés a través de sondas nasogástricas cuando ellos están internados y aún no succionan, con mamadera con su propia leche materna que se han extraído, o con leche de formula adecuadas a las necesidades de su bebé, y sin embargo conectan desde la mirada, desde la palabra, desde el deseo y el amor de nutrir a su hijo de una manera distinta a la que el ideal de la sociedad espera”. Entonces, sostiene la profesional, el hecho de amamantar no garantiza el vínculo entre mamá y bebé, más bien el deseo de maternar y de alimentar desde todos los aspectos de la vida a ese bebé.
Por ello, para despejar cualquier inquietud, el Municipio cuenta con un consultorio de lactancia y puericultura, que ofrece asistencia a demanda y asesoría en la materia; para toda persona que lo necesite. El mismo funciona dentro del servicio de Maternidad del Hospital Municipal “Dr. Héctor M. Cura”. Consultas a lactanciaolavarria@gmail.com.