Cada 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Tierra. Esta fecha tiene como objetivo concientizar sobre los problemas de la contaminación y la importancia de la conservación de la biodiversidad.
Cada año, personas de más de 190 países actúan para crear conciencia sobre la crisis climática y provocar un cambio de comportamiento para proteger al ambiente.
El lema mundial este año es «El planeta contra los plásticos», que reconoce la amenaza que los plásticos suponen para la salud humana. Los activistas defienden una reducción del 60% en la producción de plásticos para 2040.
En este sentido, desde la Coordinación de Ambiente del Municipio de Olavarría se hace hincapié en la importancia de poner en práctica acciones cotidianas, que podemos llevar a cabo para reducir los desechos plásticos que se generan en el hogar, trabajo o escuela, por ejemplo:
- Prestar atención a los objetos de uso cotidiano: esta acción nos permite tomar conciencia sobre cuántos de nuestros objetos de uso cotidiano son de plástico. Si es posible, buscar una alternativa a estos objetos (que no esté hecha de plástico).
- Higiene personal sin plásticos: cambiar a peine de madera, cepillo de dientes de bambú, shampoo y acondicionar sólidos, hisopos biodegradables, esponja vegetal, copa menstrual de silicona.
- Cocina libre de plásticos: elegir consumir productos naturales y que no estén envasados. Usar cubiertos reutilizables y sorbetes metálicos, realizar compras a granel, utilizar botellas o vasos reutilizables.
- Compras libres de plásticos: realizar las compras a granel reutilizando los frascos de vidrio, elegir productos libres o con poco envoltorio, utilizar bolsa de tela para los mandados.
Este Día Mundial de la Tierra, que plantea la reducción de plásticos, también invita a las personas a reflexionar acerca de un consumo más responsable, para reducir la generación de residuos.
Es importante tener en cuenta la historia de cada producto, desde su fabricación, distribución, venta, etc. Se trata de pensar hoy que consumimos, y la forma en que lo hacemos. Ser consumidor/consumidora responsable significa cuestionar ciertos puntos: ¿necesito realmente lo que voy a comprar? ¿cómo fue fabricado? ¿de qué manera voy a disponer los residuos que genere?