Desde el día en el que el Presidente de la Nación expuso, por cadena nacional, su discurso en relación a la Pandemia COVID 19 -y manifestó la obligatoriedad del aislamiento social preventivo y obligatorio que se extendería a todo el país, la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida del municipio comenzó inmediatamente a organizar tareas, dividir funciones y reprogramar actividades. En este contexto, la Subsecretaría de Desarrollo Social -a cargo de Silvana Rosales- inició una reorganización de horarios, espacios y tareas en esa misma noche, junto a todo un equipo con el que se pudo llevar adelante una situación imprevista, vertiginosa, comandada por el “minuto a minuto” y sin precedentes.
“Cada Coordinador de área (Maternales, Centros de día, Servicios Territoriales, Callejeadas, Depósito) se manifestó al servicio de los cambios de horarios, de lugares de trabajo, reorganización de las funciones, acorde a lo que la realidad exigía”, expresó la subsecretaria de Desarrollo Social Silvana Rosales.
Al día siguiente del decreto de aislamiento social preventivo y obligatorio, se comenzó a trabajar en una guardia telefónica en la sede de la Secretaría de Desarrollo Social, ubicada en la intersección de las calles Rufino Fal y Rivadavia (sin dejar de funcionar nunca los dos teléfonos de guardia las 24 horas) atendiendo las demandas espontáneas que no cesaban vía cuatro líneas telefónicas, como también la atención para aquellos vecinos que golpeaban las puertas del lugar exigiendo una pronta respuesta a sus necesidades.
Los grupos estaban formados por 6 personas –aproximadamente- dentro del edificio y profesores de los Centros de Día que debían oficiar como “choferes”, para repartir los alimentos que se entregaban a las familias que llamaban a Desarrollo Social.
En este sentido, Rosales recordó que “se organizaron guardias de 6 horas, en un principio, así que cada Trabajadora Social, Psicólogas, Nutricionista, Comunicadoras Sociales, Psicopedagogas, docentes de Enseñanza Inicial, Profesores de Educación Física y Profesores de música, Cocineras, Personal de limpieza, talleristas del área se adaptaron a los turnos rotativos de 8 a 14 hs, y de 14 a 20 hs, sin distinción de feriados o fines de semana. Luego, a fin de no exponer la salud del personal, se decidió acortar las jornadas laborales a 4 horas: los turnos fueron de 8 a 12, de 12 a 16 y 16 a 20 horas, de lunes a sábados, además de agregar 3 líneas telefónicas nuevas”.
Los teléfonos fueron atendidos, en un principio, por todos los que estaban en la guardia, luego se encargaron de esta tarea las docentes y auxiliares de los jardines maternales municipales que de a dos acompañaban y completaban el trabajo de las Trabajadoras Sociales.
Al momento de observar las necesidades de cada familia, fue arduo el trabajo de investigación, intervención y trabajo en red llevado a cabo por el área. Por ejemplo, desde el primer momento se realizó un trabajo conjunto con la Secretaría de Salud, los equipos técnicos de los establecimientos educativos y demás áreas del municipio, a fin de asistir a las familias damnificadas.
Por otra parte, funcionarios y empleados del municipio se vieron afectados al armado de los bolsones que se llevó a cabo desde el CEMO. Sin dejar de lado la asistencia alimentaria que venían recibiendo las familias con necesidades básicas insatisfechas que se encontraban (y aun lo están) imposibilitadas de salir a trabajar.
En relación a esta situación, Rosales valoró que “desde el área se debieron optimizar los recursos alimentarios con los que contaba el Municipio para lograr ayudar a todas las familias que se encontraban atravesando una situación socioeconómica compleja, afinar nuestras miradas ante ingresos que pudieran recibir de otros vectores para que nadie se quede literalmente “sin comer”….ante esta Pandemia que no dejaba ni deja actualmente salir a trabajar a mucha gente que mantienen a sus familias con un trabajo no registrado u ocasional y en condiciones desfavorables, en la mayoría de los casos”.
Los directivos que integran el área coordinaron las actividades de carga de datos, distribución de funciones y roles del personal, organización de los turnos rotativos y apoyaron las demandas de personal de otras áreas (Salud, Control Urbano y Niñez, Adolescencia y Familia).
Las bolsas de alimentos correspondientes a esta ayuda excepcional de emergencia se prepararon en el CEMO, allí los choferes recogían las bolsas y las llevaban casa por casa a las familias designadas. Los agentes municipales destinados a esta tarea también trabajaron en horarios rotativos y los roles de muchos de ellos no tuvieron que ver con la actividad que realizaban habitualmente en los servicios.
“Todos se adaptaron a la actividad que les tocó, luego de un lineamiento detallado, estudiado y hasta discutido, muchas veces”, indicó Rosales.
En cuanto a la modalidad de entrega de vales de alimentos, leche, pañales, colchones, frazadas, garrafas y zapatillas (entre otros) en los territoriales, la misma fue modificada en el mes de abril: no era posible el contacto directo con las personas, sobre todo teniendo en cuenta que la actividad relacionada con lo social se caracteriza por el diálogo y la escucha activa, muchas veces el abrazo, la contención y acompañamiento va más allá de la mera asistencia. “Fue así que se resolvió la entrega en los Jardines y Centros de Día, ventana de por medio, con todas las medidas de precaución ante el posible contagio (guantes, barbijos, alcohol en gel y la distancia recomendada) labor que ejecutaron las maestras de dichas instituciones, Coordinadores, personal de limpieza, cocineras que acompañaron en la entrega a las Trabajadoras Sociales de cada territorio”, manifestó la subsecretaria.
En la actualidad, la Subsecretaría de Desarrollo Social sigue trabajando día a día –con más de 40 personas que trabajan en territorio– en pos del bienestar de las personas con menos recursos, intentando paliar las situaciones más urgentes y atendiendo las demandas emergentes y cotidianas, cada una particular, con distintas características a tener en cuenta, distintos barrios, diferentes realidades, todas complejas.
Se han tomado todas las medidas tendientes al resguardo de todas aquellas personas que por diferentes motivos sociales, económicos o de convivencia quedaran desamparadas.
El área continúa trabajando con programas asistenciales como el Programa de Mejoramiento Habitacional, Programa Alimentario Cabal y Programa Provincial Plan Más Vida.
Los servicios territoriales continúan funcionando, pero con reducción de días debido a la falta de personal por las excepciones laborales dispuestas por el Decreto Nacional 297/2020. Al día de hoy, permanecen abiertos la primera semana del mes y luego lo hacen tres días a la semana, aunque es oportuno remarcar que cada situación que requirió intervención fue cubierta, dado que las trabajadoras sociales pertenecientes a cada uno de los espacios mantiene el contacto con los ciudadanos mediante guardias telefónicas.
Asimismo, el equipo técnico de la Subsecretaría de Desarrollo Social se ha reforzado con personal de otras dependencias municipales, quienes han concurrido con habitualidad al Servicio Territorial para satisfacer la demanda de urgencia que pudiera generarse como consecuencia del aislamiento social preventivo y obligatorio.
Además, en las localidades se ha armado un grupo (a cargo de la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida) que diariamente atiende y resuelve las demandas que se susciten, como así también semanalmente concurre una trabajadora social a cada Delegación.
“Todo se logra a partir del trabajo incansable y a toda hora de un equipo multidisciplinario que permanentemente observa, evalúa, estudia y comprende la realidad de cada barrio desde una postura basada en un fundamento teórico, crítico y postulada sobre una conciencia social que define a un grupo de trabajo que hace frente a este y a cualquier enemigo invisible”, concluyó la subsecretaria Silvana Rosales.