Se constituyó en Olavarría la Comisión de homenaje al Ingeniero Mario Garrone, al cumplirse -el 19 de abril de este 2018- diez años de su fallecimiento. Garrone realizó valiosos aportes para la cultura en general y en especial el arte en sus diversas manifestaciones. También en el desarrollo de parques y paseos. Fue su empeño constante la preservación y enriquecimiento del patrimonio cultural y natural de Olavarría.
Para efectivizar el homenaje, el día sábado 21 de abril a las 17:30 horas, se impondrá su nombre a un espacio en las inmediaciones de la Casa del Bicentenario (Bolívar y Río Bamba).
Asimismo, a las 19:00 horas, se descubrirá una placa que lo homenajea en el Museo Dámaso Arce, donde se habilitará una muestra de obras de arte donadas a través de su gestión como delegado del Fondo Nacional de las Artes. En tal inauguración se contará con la participación en danza de Gladys Messineo.
La Comisión de Homenaje está compuesta por Aurora Alonso, Mario Arabito, Anneris Delasay, Armando Ferreira, María Luisa Legato, Gladys Messineo, Juana Ortiz, Adolfo Rocha Campos, María Teresa Sanséau, Nora Sollé y Juan Waldemar Wally.
Mario Garrone nació en Balcarce el 17 de junio de 1917 y se radicó en la ciudad de Buenos Aires. Su relación con Olavarría nace con la Feria de Olavarría (F.O») que se llevó a cabo entre diciembre de 1959 y enero de
1960, bajo la gestión como intendente del Dr. Carlos Victor Portrrieu, que significó una gran apertura y proyección de Olavarría hacia el país. Se realizó en el Club Atlético Estudiantes y Garrone fue el organizador de este acontecimiento. Participó en el diseño del Parque Guerrero, del Parque Mitre y el Cerro Luciano Fortabat.
Fueron múltiples las iniciativas para la organización de muestras de destacados artistas plásticos en el Museo Dámaso Arce, así como la donación de obras para su patrimonio. Proyectó a su vez la presencia en Capital Federal de artistas y artesanos olavarrienses en el Centro Cultural Recoleta, en el Palais de Glace y en el Museo Hispanoamericano Isaac Fernández Blanco.
También desplegó su talento en la preservación del patrimonio arquitectónico olavarriense, organizando actividades con la presencia de especialistas, para difundir y concientizar su necesidad.
Mario era Ingeniero civil de profesión, pero arquitecto como vocación. Volcó grandes esfuerzos para la conservación y remodelación de la Fideería Cereseto.
Una iniciativa, que finalmente no se pudo concretar por los altos costos, fue la donación de una escultura del célebre artista inglés Henri Moore.
Su creatividad no tenía límites: organizó un concierto de Jazz en una cantera abandonada de Sierra Chica y otro del Quinteto de Vientos Municipal en el parque de su casa-quinta en Olavarría.
Participó del diseño
de las dos primeras muestras de Libros en Olavarría, así como del logo que la identificaba. Fue delegado del Fondo Nacional de las Artes.
Falleció en Capital Federal el 19 de abril de 2008.
