La Dirección de Atención Primaria realizará la campaña de detección de Ambliopía, el 11 de octubre en todos los centros de salud del Partido, incluyendo la zona rural.

La ambliopía, también conocida como ojo perezoso o vago, es la incapacidad de uno o ambos ojos de percibir detalles. Es un problema visual común en niños. El resultado final de todas las formas de ambliopía es disminución en la visión de uno o ambos ojos afectados.

La ambliopía no es fácil de reconocer. A menos que el niño tenga un ojo mal alineado o una anormalidad notable a simple vista, en general no se detecta ninguna anomalía. Por eso es importante la realización de controles periódicos. Puede ser diagnosticada por un oftalmólogo al encontrar una diferencia en la visión entre ambos ojos, o una visión deficiente en ambos.

La ambliopía puede corregirse por medio de parches: el ojo sano es cubierto con un parche para obligar el uso del ojo débil. Con el uso continuado del parche, el ojo débil se vuelve más fuerte, permitiendo que la visión se desarrolle normalmente.

Profesionales de la Dirección Primaria de la Salud realizarán tareas de detección y diagnóstico de ambliopía, el 11 de octubre en las escuelas de las localidades de Espigas y Blanca Grande. Asimismo participarán profesionales de la Escuela Superior de Ciencias de la Salud, Dras. Sandra Butín y Miriam Menghil.

 

Realización de PAP para prevenir el cáncer de cuello de útero

En Blanca Grande, en paralelo a la campaña de Ambliopía, se trabajará en la realización de controles para prevenir el cáncer de cuello uterino. La Dra. María Esther Gatella, directora de Atención Primaria de la Salud, estará a cargo de la realización de PAP a aquellas mujeres que concurran al CAPS a realizarse dicho control.

El cáncer de cuello de útero es una enfermedad en la cual se produce un crecimiento anormal de células tumorales en los tejidos del cuello uterino.

La principal causa de este tipo de cáncer es el HPV (Virus del Papiloma Humano), un grupo de más de 150 virus que se transmite generalmente a través de las relaciones sexuales. También se puede contagiar a través del contacto con la piel de persona a persona. En la mayoría de los casos, el virus desaparece solo. Pero si la infección persiste, puede producir lesiones que con los años pueden convertirse en cáncer.

El cáncer de cuello uterino es uno de los pocos que se pueden diagnosticar precozmente, es decir, antes de que la mujer aprecie algún síntoma. Por eso es tan importante cumplir con las revisiones ginecológicas regulares y la realización anual del test de Papanicolau (PAP) y Colposcopia, pruebas sencillas que no producen dolor y duran sólo unos minutos, que permiten el diagnóstico de las lesiones pre-malignas, de tal forma que su tratamiento evita que éstas evolucionen a lesiones invasivas.

Los síntomas a menudo no comienzan sino hasta que un cáncer se torna invasivo y crece hacia el tejido adyacente. Cuando esto ocurre, los síntomas más comunes son: sangrado vaginal anormal, secreción vaginal inusual y/o dolor durante las relaciones sexuales.