Esta semana se realizó un intercambio de animales entre el Bioparque Municipal “La Máxima” y el Bioparque Temaikén, en el que se envió una hembra Mara (Dolichotis patagonum) y llegó a nuestra ciudad un macho de la misma especie.

Este intercambio permite enriquecer genéticamente las poblaciones de maras de ambos Bioparques, con el fin de mantener la variabilidad genética, teniendo como meta tener una población grande de animales para llevar adelante reintroducciones en ambientes naturales de la Argentina, en alianza con otras instituciones que lleven adelante la tarea.

Asimismo se llevó a Temaikén una  Corzuela parda (Mazama gouazoubira). Este animal tiene un alto valor de conservación ya que se encuentra en retroceso en su ambiente natural, el objetivo de este intercambio era fortalecer el programa de conservación de Temaikén ya que es la única  institución en la provincia de Buenos Aires trabajando con esta especie.

Siguiendo con el trabajo de bienestar animal fueron llevados dos monas aulladoras (Alouatta caraya). Nuestros monos carayá son todos provenientes del mascotismo y estas monas no se habían incorporado al grupo que ya había en el  parque. Ahora serán  incorporadas a un grupo en Temaikén con la finalidad de realizar educación ambiental.

Por otro parte -y en el marco de fortalecer nuestro programa de Conservación de Guacamayo Rojo (Ara chloroptera)- se recibieron dos ejemplares que también sufrieron el mascotismo y con los cuales incrementamos nuestra población de guacamayos, con la finalidad de reproducirlos y reinsertar sus pichones en el Parque Nacional Corrientes en alianza con CLT (The Conservation Land Trust), proyecto en el que estamos trabajando desde el 2015.

Por otra parte recibimos un Jote cabeza negra (Coragyps atratus): este animal víctima del mascotismo -e imposibilitado de volar- servirá para realizar educación ambiental. Son  catártidos (Cathartidae, que proviene del vocablo griego kathartes, que significa “los que limpian”), conocidos vulgarmente como buitres americanos o buitres del Nuevo Mundo. Son siete especies que se encuentran distribuidas por casi toda América. Se alimentan de carroña, a veces de vegetales y de pequeños animales vivos. Estos animales cumplen un rol ecológico importante en el ambiente, el cual es necesario divulgar en la comunidad para que podamos respetarlo y trabajar en su conservación.

“Es un orgullo para nuestro parque poder realizar este intercambio que mejora la calidad de vida de las especies y fortalece los programas de educación y conservación. Seguimos abriendo caminos y explorando nuevas alianzas que no solo nos fortalezcan a nosotros como Bioparque sino también fortalezcan otras instituciones y lo realmente importante se pueda mejorar el bienestar animal de los animales que por mascotismo han llegado a sufrir el cautiverio”, indicó el director de La Máxima Flavio Maldonado.

 

-Foto ilustrativa-