El dengue es una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti. Este mosquito nace sin el virus, pero cuando pica a una persona con dengue lo adquiere, y unos días después se lo puede transmitir a otras personas. Entonces, no todos los individuos de esta especie transmiten la enfermedad, solo los que antes picaron a una persona enferma.

La estrategia del Aedes aegypti es colocar los huevos individualmente en la pared de un recipiente, unos milímetros por encima del nivel de agua. Si llueve y ese tacho que está a la intemperie se llena, o bien si una persona recarga el recipiente, los huevos quedan bajo agua y empiezan su ciclo de vida.

En este sentido, el Dr. Darío Vezzani (investigador del CONICET y doctor en Ciencias Biológicas del Instituto Ecosistemas de la UNICEN), explica que la propagación del mosquito transmisor de dengue “es un problema puramente doméstico. Lo estamos criando dentro de nuestras casas”

A diferencia de la mayoría de las otras especies, el Aedes aegypti encuentra en el interior de nuestros hogares, patios y jardines todas las condiciones necesarias para desarrollarse. Utiliza recipientes artificiales de todo tipo (baldes, latas, frascos, neumáticos fuera de uso, bebederos, etc.) para el desarrollo de sus estadios larvales.

“Por eso – explica Vezzani –  las medidas de prevención apuntan fundamentalmente a eliminar estos criaderos domésticos. Para prevenir que el mosquito se reproduzca en nuestros domicilios, es primordial evitar la acumulación de agua”.

Si tenemos un recipiente realmente útil y en uso como un bebedero de una mascota, alcanza con enjuagarlo y limpiarlo por dentro, repitiendo la limpieza cada 3 ó 4 días. Esto previene la aparición de larvas. En el caso de los floreros, se realiza el mismo procedimiento. En cuanto al tanque de agua, hay que asegurarse que tenga la tapa bien puesta y no esté rota.

Asimismo, existen dos criaderos invisibles para la mayoría de las personas: las canaletas que tienen muchas casas en los techos y las rejillas de los patios, a las cuales se les debería colocar un mosquitero, y frecuentemente limpiarlas, sacando la tapa, limpiando por dentro como si fuese el plato del bebedero de animales y tirar una pava de agua hirviendo.

¿Por qué se desaconseja la fumigación?

Al mosquito transmisor de dengue nunca lo vamos a encontrar en lagunas, lagos, arroyos, charcos de lluvia o zanjas. Su reproducción es netamente urbana y doméstica.

Por ello, el Dr. Vezzani aclara: “La fumigación para bajar la abundancia de mosquitos está totalmente desaconsejada por la Organización Panamericana de la Salud y el ministerio de Salud de Nación y Provincia”.

“La fumigación sirve sólo para matar los ejemplares adultos, pero no tienen poder residual; por lo cual al día siguiente volvemos a tener la misma cantidad de mosquitos. Para colmo esto genera resistencia en las poblaciones del insecto” explica el profesional y concluye: “Por eso necesitamos reservar esta herramienta para el momento pico de transmisión de la enfermedad”.

Síntomas

Esta enfermedad viral se caracteriza por fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, cabeza, músculos y articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel; y picazón y/o sangrado de nariz y encías.

En caso de la aparición de síntomas, se recomienda tomar mucha agua, no automedicarse y consultar al centro de salud más cercano al domicilio.