“La Máxima” quedó formalmente inaugurada un 21 de septiembre de 1979 y en un primer momento comenzó a funcionar como casa de pájaros, luego como zoológico y actualmente como Bioparque, símbolo indiscutible de nuestra ciudad y de la región en la conservación de la biodiversidad.
El Bioparque Municipal “La Máxima” forma parte de programas de conservación y además lleva adelante distintas actividades educativas de sensibilización ambiental, astronómicas, artísticas, deportivas, paisajísticas, en vinculación con la naturaleza.
Nuestro Bioparque está ubicado en lo que fue el antiguo casco de la Estancia “La Máxima”, la cual fue construida por el señor Guisasola en el año 1867. Tiempo después, en noviembre de 1877, la estancia fue vendida al señor Alfredo Sayús.
En la actualidad, la granja educativa es uno de los grandes atractivos, especialmente para los más chicos, y además es un espacio ideal para la educación, el aprendizaje y la concientización respecto al cuidado del medio ambiente y la naturaleza que nos rodea.
En la granja se desarrollan distintos tipos de actividades, que están destinadas principalmente a niños y niñas de nivel inicial, y los días feriados y fines de semana se recibe al público en general.
Allí los chicos que concurren a jardines tienen la oportunidad de disfrutar del contacto con los animales, alimentarlos, cuidarlos y aprender de manera didáctica, sus características principales.
Cristian Baliño, quien se encuentra a cargo de la granja hace tres años, contó cuál es la finalidad que tiene el espacio, que tipos de actividades se brindan, a quienes está dirigidas, en qué consiste el trabajo de mantenimiento que se realiza diariamente y que proyectos tienen en marcha para reabrir el espacio próximamente.
“Principalmente las visitas que tenemos son de nivel inicial, jardín, y en vacaciones de invierno, feriados y fines de semana recibimos a público en general”, contó Cristian Baliño, responsable de la Granja Educativa e integrante del Departamento Educativo del Bioparque, que trabaja de manera coordinada con el Museo de Ciencias.
“Al equipo se sumaron dos chicos que trabajaban anteriormente en diferentes actividades del Bioparque, se trata de Juani y Fabricio, que están encargados del mantenimiento en general y también de recibir a los chicos con el ciclo lectivo en marcha.
En el caso de Juani y Fabricio se trata de una apuesta a la formación laboral y la inclusión de personas con discapacidad, que se realizó con la intermediación de la Oficina de Empleo Municipal.
En la oportunidad, Fabricio comentó que su trabajo diario consiste en la limpieza de bebederos, acondicionamiento del lugar, tareas de cuidado y alimentación de los animales. En este sentido, expresó con entusiasmo que disfruta de realizar prácticamente todas las actividades, porque “es muy lindo venir acá a trabajar todos los días”.
Por su parte, Cristian Baliño, responsable de la Granja Educativa, quien integra un gran equipo –junto a Juani y Fabricio- detalló que actualmente “el trabajo que estamos haciendo es el mantenimiento de corrales y además estamos preparando un nuevo espacio, si bien la granja la fuimos recuperando, siempre la demanda es más grande, por un lado en cuanto a la concurrencia de público, como así también del espacio que necesitan los animales en sí”.
“Tenemos llamas, burros, chivos, ovejas, patos, conejos, todos estos animalitos han llegado a través de donaciones, porque antes habían sido mascotas de alguien, por eso siempre hacemos hincapié en la responsabilidad respecto al mascotismo. La gran mayoría proviene del mascotismo, algunos fueron rescatados del maltrato animal (caballos, vacas, chivos) que llegan a través de la Patrulla Rural en el marco de los controles por abigeato”.
“Contamos también con nuestra Vaca Lola y el Caballo Percherón, que nos prestó el Regimiento hace un par de años, entonces como broche final de la actividad en la granja, subimos a los nenes al caballo, dan un pequeño paseíto y se sacan una foto”, detalló.
“El proyecto que tenemos es agrandar los corrales para que queden espacios más amplios, para patos y gallinas y un corral para que los conejos puedan andar sueltos y libres”, agregó.
El responsable de la granja dijo que “además como soporte tenemos todo este banco de materiales con pieles, cueros, plumas, huevos, para que los nenes a través del tacto puedan ver las diferentes texturas, los diferentes animales, los plumajes, los tamaños de los huevos, si bien es inicial, pueden aprender lo básico. Cuando abrimos al público en general hacemos hincapié en las diferentes razas, animales, diferentes tipos de huevo, incubación”.
Por último, Baliño agradeció el acompañamiento del actual coordinador del Bioparque La Máxima Bruno Vitale “quien nos permite, nos incentiva y acompaña a desarrollar este tipo de proyectos que están más orientados a la parte educativa”.
Por mayor información, aquellas instituciones educativas que quieran visitar la granja y realizar las actividades que allí se proponen, pueden comunicarse al teléfono del Museo de Ciencias al (02284) 413343 o por mail a museodelasciencias@olavarria.gov.ar.
Una vez realizada la inscripción, integrantes del equipo del Polo Educativo de “La Máxima” envían un dossier, donde se podrá optar por las diferentes propuestas, entre las que se encuentra la visita a la granja educativa.
Cabe aclarar que actualmente se llevan adelante las tareas de reacondicionamiento y se espera reabrir el espacio en el mes de abril.