“Es hermosa nuestra experiencia”, fueron las palabras con las que Viviana comenzó a contar sus vivencias en este proyecto. Ella, junto con su marido Martín y su grupo familiar, son “los padrinos” de Brian y Norma, los papás de cinco niños.
El “Acompañamiento Familiar” es una estrategia de apoyo y acompañamiento sistemático dirigido a familias con niños, niñas y adolescentes que hayan transitado por una medida de abrigo, habiendo egresado nuevamente al núcleo familiar.
Es un proyecto impulsado desde la Subsecretaría de Derechos, Igualdad y Oportunidades, implementado a través del Servicio Local de Promoción y Protección de los Derechos del niño, niña y adolescente, en articulación con los Hogares Municipales y la Parroquia San Vicente de Paúl.
Tiene por objetivo acompañar el desarrollo integral (social, educativo, psicológico, espiritual, físico y afectivo) de familias, cuyos niños, niñas o adolescentes hayan tenido sus derechos vulnerados, habiendo atravesado y culminado una medida de abrigo.
En el transcurso de la experiencia se favorecen las relaciones afectivas de sostenimiento para éstas familias, brindando un espacio de cuidado, escucha, asesoramiento y acompañamiento respecto a sus necesidades.
Cuatro familias de la comunidad de la Parroquia San Vicente de Paúl, junto al Párroco Andrés Pérez, decidieron formar parte de esta experiencia. Ellos, tras entrevistas y evaluaciones por parte de personal del Servicio Local, se convirtieron en “los padrinos” de otras cuatro familias. Algunas desde el mes de febrero comenzaron con esta experiencia con la idea principal de acompañar en la crianza de los chicos a estas familias con derechos vulnerados.
Martín y Viviana acompañan a Norma y Brian con sus cinco hijos. Laura y Rolando son los padrinos de Ricardo y sus cuatro hijos. Fabiana y sus tres hijos son acompañados por Alicia y Lucho y Candelaria y e Ignacio acompañan a Ana con sus dos hijos.
“Cuando uno hace la propuesta a una familia, acompañar es una cosa, pero ser acompañado es otra que implica otro montón de cuestiones más. Más aún cuando la propuesta viene del Servicio Local”, sostuvo María Emilia Vales del Servicio Local.
Además destacó que “el acompañamiento es a la familia, al grupo familiar, para acompañar en la crianza y de golpe ser referente, quizá, de gente que no tiene referentes. Nosotros pensamos en las características de las dos familias para ver como ensamblar. Para Fabiana, por ejemplo, es una mamá sola -con alguna historia personal de soledad, sin referentes adultos- pensamos en el matrimonio de Alicia y Lucho, que vendrían a jugar rol de “abuelos”. Al principio Fabiana fue reticente y le dijimos que lo piense, porque quizá ella es más libre, pero que no les quite la posibilidad a los chicos de tener un acompañamiento distinto”.
En el relato de la experiencia, Viviana y Martín contaron cómo es el acompañamiento que hacen ellos y sus hijos a la familia de Brian, Norma y los cinco niños.
“Brian no quería saber nada. Las tres o cuatro primeras veces que fuimos, él se iba con su hijo más chiquito o se encerraba en una habitación. Con Norma fue distinto porque desde el primer momento nos abrió las puertas. Hoy por hoy el muchacho es el que más habla, fue una cuestión de tiempo”, señaló Viviana.
Desde tomar mate y conversar, hasta levantar las paredes de una habitación, las actividades realizadas en conjunto por las dos familias busca encontrar herramientas y posibilidades para ir cambiando y favorecer un proceso de transformación consciente de su realidad.
El equipo del Servicio Local acompaña a las familias en situación de padrinazgo con el fin de apoyar y trabajar cualquier inquietud o situación que pueda surgir en el desarrollo de la experiencia. También la colaboración surge de diferentes áreas del municipio.
La relación de padrinazgo puede implicar el acompañamiento del niño, niña o la familia en las actividades cotidianas, en eventos deportivos o culturales en los que participen, a los controles de salud, en la inscripción en instituciones educativas formales o no formales, en salidas recreativas, en visitas a su domicilio, acompañamiento en fechas importantes, en un aporte económico y/o material específico, en toda experiencia que pueda favorecer el desarrollo humano de la persona.
“La idea es que ellos hagan, si bien nosotros nos movemos para conseguirles algunas cosas, yo no quiero resolverles todo. Me interesa acompañarlos y darles herramientas para que en un futuro lo hagan ellos solos. De todos modos ya tenemos una relación totalmente cariñosa. Hemos generado un vínculo para siempre y eso es lo más lindo”, concluyó el matrimonio.