Se acerca el calor, la humedad y con ello el tiempo de pensar en la prevención del dengue.
El dengue y la fiebre Chikungunya son enfermedades virales transmitidas por el mosquito Aedes aegypti. Argentina es un país considerado no endémico para dengue, es catalogado epidémico. Todos los años, durante el verano-otoño, al estar presente el mosquito y al llegar personas portadoras del virus, se produce la transmisión y se activa la epidemia a nivel local. Durante el invierno, la propagación habitualmente se corta.
El panorama actual a nivel nacional es más complicado que en los últimos años, en primer lugar, porque que estamos frente a un “año niño”, un año con muchas lluvias; lo cual consecuentemente aumenta la reproducción de distintas especies de mosquitos, incluida la del dengue.
Por otro lado, por primera vez en nuestro país, durante el invierno no se cortó la transmisión en algunas regiones del país, ya que se dieron las condiciones para que el mosquito siga activo. “Estamos teniendo un nivel basal de dengue dentro del país, cosa que no pasó en las epidemias anteriores” sostienen desde el área de Bromatología del Municipio.
En los últimos quince años transcurrieron cuatro epidemias de dengue de escala nacional. La más reciente, en el verano-otoño del 2023, se registró en Argentina más de 123.000 casos confirmados de dengue autóctono. Es por esto que, explican desde el área, el pronóstico no es favorable y lo esperable es que se vuelva a repetir una situación similar o peor que el año anterior, por eso es importante hacer prevención desde ahora.
La estrategia del mosquito de esta especie es colocar los huevos individualmente en la pared de un recipiente, unos milímetros por encima del nivel de agua. Si llueve y ese tacho que está a la intemperie se llena, o bien si una persona recarga el recipiente, los huevos quedan bajo agua y empiezan su ciclo de vida.
En casi toda la Argentina, la única especie de mosquito con esta estrategia es el Aedes aegypti. Por eso es primordial, para prevenir que el mosquito se reproduzca en nuestros domicilios, evitar la acumulación de agua.
Si tenemos un recipiente realmente útil y en uso como un bebedero de una mascota, alcanza con enjuagarlo y limpiarlo por dentro, repitiendo la limpieza cada 3 ó 4 días. Esto previene la aparición de larvas. En el caso de los floreros, se realiza el mismo procedimiento. En cuanto al tanque de agua, hay que asegurarse que tenga la tapa bien puesta y no esté rota.
Asimismo, existen dos criaderos invisibles para la mayoría de las personas: las canaletas que tienen muchas casas en los techos y las rejillas de los patios, a las cuales se les debería colocar un mosquitero, y frecuentemente limpiarlas, sacando la tapa, limpiando por dentro como si fuese el plato del bebedero de animales y tirar una pava de agua caliente.