Este viernes 29 de noviembre a partir de las 14:00 horas, personal del INTA llevará a cabo una charla abierta a la comunidad, en el Bioparque Municipal “La Máxima”, orientada sobre los cuidados de los frutales.
En la oportunidad, se brindará información útil a todos los ciudadanos que se han sumado a esta iniciativa y asegurará la viabilidad del proyecto sobre la recuperación del Bosque de Frutales.
Una vez finalizada la charla, se desarrollará la entrega de los dos ejemplares de frutales, con la participación de personal del Departamento Educativo del Bioparque y el Grupo Autogestivo “El Almacigal”.
Cabe recordar que la inscripción se realiza únicamente por teléfono al 423211 y una vez completado el cupo, los interesados quedarán en lista de espera.
La propuesta surge a partir de una acción comunitaria, solidaria y sustentable, tras una donación realizada por Hebe, la hija de Ramón Manzanos (fallecido el 24 de julio de este año), que fue el puntapié inicial para generar una nueva forma de pensar nuestra relación con las plantas y con la comunidad.
Esta donación de más de 200 ejemplares de frutales fue el disparador para comenzar con este proyecto, que implicará la entrega de plantines con el compromiso de su cuidado.
Los interesados en sumarse a esta iniciativa podrán llevarse dos frutales, uno para cultivar en su casa y otro que deberán devolver en agosto del año que viene en una maceta, para ser plantados en la reconstrucción del monte frutal que siempre existió en la estancia “La Máxima”.
La experiencia es una acción tan sencilla como trascendente. Los árboles fueron germinados por Ramón Manzanos, donados por su hija y serán distribuidos por el Bioparque entre vecinos para asegurarse de que crezcan en sus hogares y en La Máxima.
Plantar un árbol no es solo embellecer una vereda o hacer un gesto de bien con el medio ambiente, sino que va acompañado de todo un contexto, de pensarse a largo plazo, de generar espacios de micro conservación y corredores biológicos urbanos. Buscamos desarrollar la plantación de ejemplares autóctonos y frutales para ir poblando veredas, plazas, escuelas e instituciones, creando un bosque sin fronteras para contribuir al mejoramiento del ambiente.
Existe en Argentina una experiencia similar denominada “Bosque disperso”, basada en la patafísica (movimiento cultural que se inició en Francia durante la segunda mitad del siglo XX vinculada con el surrealismo, se la podría definir como la “ciencia de las soluciones imaginarias”.
“Este es un proyecto forestal colectivo que, en su filiación patafísica, se presenta como ‘solución imaginaria’ a la deforestación de los bosques nativos; a la falta de alimentos saludables gratuitos y al deterioro de montes frutales de acceso comunitario”, agregó Flavio Maldonado.
“Queremos que los que quieran sumarse a esta iniciativa recojan los frutos, germinamos las semillas y los criamos en nuestros patios y terrazas o en espacios comunitarios. Usamos un compost que puede hacerse a partir de los desechos de origen vegetal, reciclen botellas PET para fabricar las macetas y contenedores de distintos tamaños”.
La propuesta es una de las primeras acciones comunitarias con plantas ya que la jornada de cactáceas, realizada por el programa el Almacigal en conjunto con el Departamento Educativo, sirvió de disparador de las acciones colectivas de intervención en el Bioparque.