El Juzgado de Faltas a cargo de la Dra. María Celia Alem dio a conocer el detalle de sentencias por alcoholemia positiva, referente a la segunda semana del corriente mes.
Los fallos corresponden a dos infracciones registradas en noviembre y otras dos de diciembre. En todos los casos, la alcoholemia positiva fue detectada en el marco de los operativos de control vehicular de rutina, efectuados por personal de Control Urbano.
A continuación se ofrece un detalle de las sentencias dictaminadas por el Juzgado de Faltas, tras la correspondiente evaluación de cada caso.
9 de diciembre
- Multa de 34.996 pesos e inhabilitación para conducir por 12 meses para la persona que circulaba con 1,45 g/l de alcohol en sangre al momento del control; efectuado el 8 de noviembre a las 03:15 horas.
- Multa de 26.920 pesos e inhabilitación para conducir por 18 meses para la persona que circulaba con 1,71 g/l de alcohol en sangre al momento del control; efectuado el 20 de noviembre a las 21:50 horas.
12 de diciembre
- Multa de 26.900 pesos e inhabilitación para conducir por 24 meses para la persona que circulaba con 2,9 g/l de alcohol en sangre al momento del control; efectuado el 8 de diciembre a las 05:25 horas.
13 de diciembre
- Multa de 26.920 pesos e inhabilitación para conducir por 18 meses para la persona que circulaba con 2,09 g/l de alcohol en sangre al momento del control; efectuado el 7 de diciembre a las 23:40 horas.
Los controles de alcoholemia se llevan delante de manera habitual, tanto de manera diurna como nocturna, con el objetivo de generar mayor concientización sobre los riesgos que conlleva el consumo excesivo del alcohol y prevenir siniestros viales.
Desde el Municipio, más allá de los niveles permitidos, se hace hincapié en tolerancia cero al volante, porque debe considerarse que aún en concentraciones menores el alcohol produce importantes consecuencias en el organismo, generando alteraciones en el comportamiento y disminuyendo la capacidad de capacidad de conducir de manera idónea.
En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor y sobre el comportamiento y la conducta.
El conductor experimenta un falso estado de euforia, seguridad y confianza en sí mismo, apareciendo un desprecio por el peligro y una tendencia a transgredir las normas.