Como cada 18 de febrero, este domingo se conmemora el Día Internacional del Síndrome de Asperger. Se eligió esta fecha en homenaje a Hans Asperger (18 de febrero de 1906 – 21 de octubre de 1980), conocido por su tempranos estudios sobre desórdenes mentales, especialmente en niños.
#DerribandoParadigmas es el hashtag que la Asociación Asperger Argentina propone compartir para concientizar sobre este síndrome que se incluye dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA), encuadrado en los Trastornos Generalizados del Desarrollo (TGD). La persona que presenta esta condición muestra dificultades en distintos aspectos del desarrollo, vinculados fundamentalmente a la comunicación y la interacción social: habilidades sociales, uso del lenguaje con fines comunicativos, características de comportamiento relacionados con rasgos repetitivos, limitada gama de intereses y en la mayoría de los casos torpeza motora.
El Asperger es un trastorno muy frecuente (de 3 a 7 por cada 1000 nacidos vivos) que tiene mayor incidencia en niños que niñas. Generalmente su aparición y detección se sitúa en la infancia temprana, aunque muchas de las características de dicho trastorno se detectan en fases más tardías del desarrollo.
En este marco, desde la Secretaría de Salud Pública se da a conocer el trabajo a nivel municipal en materia de detección, diagnóstico y tratamiento de este tipo de condición y en general de los Trastornos del Espectro Autista.
En Olavarría funciona un equipo interdisciplinario que se ocupa de la detección temprana de signos de alerta vinculados a TEA. A partir de su implementación aquellos niños que presentan indicadores de rasgos del espectro y requieren de una evaluación e intervención interdisciplinaria, tienen la posibilidad de poder tratarse desde la salud pública, por este equipo de profesionales integrado por la psiquiatra María Eugenia Miralles, la psicopedagoga Florencia Bellomo, la psicóloga María Muro, la terapista ocupacional Mariana Lázaro y la fonoaudióloga Victoria Barbelli.
“El equipo se forma en el marco de un proyecto de investigación sobre prevalencia de TEA en Olavarría, así nacemos. Actualmente estamos focalizadas en lo que hace a la detección, evaluación y tratamiento”, explicó María Muro.
La detección de indicadores de condiciones autistas se efectúa mediante el M -Chat, una prueba de screening (muestreo o detección) para evaluar las pautas de crecimiento y desarrollo de niños entre los 18 y los 24 meses. El descubrimiento temprano de señales de alarma relacionadas a TEA permite la implementación de intervenciones apropiadas, lo que mejora sustancialmente el pronóstico.
Por ello es de vital importancia la posibilidad de contar con este equipo dependiente de la Secretaría de Salud Pública municipal, pionero en la región (“recibimos incluso derivaciones del Garrahan” explicó Florencia Bellomo, quien aclaró que en el distrito de Tandil comenzó a funcionar un equipo de similares características). “Lo que está pasando es que nos constituimos en grupo de referencia en tanto ente público, al ofrecer la posibilidad de acceder a un tratamiento multidisciplinario que quizás en privado tiene un costo muy alto. En algunos centros de salud y escuelas se hace pesquisa y al detectar signos de alarma en niños de familias en situación de vulnerabilidad económica, nos convocan y nosotros damos respuesta, ese es el objetivo. Va más allá del grupo de investigación nuestra intervención, se volvió un grupo de referencia”, afirmó Mariana Lázaro.
Esta prueba se efectúa en determinados centros de salud del Partido, a cargo de las enfermeras, médicos o estimuladoras tempranas que están en sala. “El proyecto a futuro es que en cada sala, en el control del niño sano se incluya la toma del M chat”, contó Muro. Asimismo se realizan pesquisas en instituciones educativas. Así lo explicó María Muro quien expresó que “más allá del M – Chat la derivación no sólo es por sala sino también desde la escuela: abrimos mucho el espectro de derivaciones y posibilidades de evaluación, ya que el M – Chat se destina a una franja etaria bastante reducida y nosotros trabajamos con niñez y adolescencia, entonces tuvimos la necesidad de abrir el espectro”.
El M-Chat NO es un instrumento de diagnóstico, tan sólo ofrece indicadores de riesgo que requieren de observación y una exploración más profunda. En ningún caso una herramienta de estas características ofrece un diagnóstico terminante, en tanto que una señal de alarma que alerte sobre alguna anomalía en el normal desarrollo del niño NO establece necesariamente la existencia de condición autista.
“En el marco del día Internacional del Síndrome de Asperger queremos desmitificar algunas cuestiones: en primer lugar queremos resaltar que muchas personas le tienen cierto miedo a cuestionarios como el M – Chat por temor a los resultados, pero hay que tener en cuenta que en caso de detectar un signo de alerta en el desarrollo comunicacional y socio emocional del niño; cuanto más temprano se diagnostique, evalúe y trate este alerta mejor es el pronóstico”, aclaró María Muro.
“Para llegar a un diagnóstico de TEA hay todo un proceso previo, no se llega por un simple cuestionario. Detrás de un diagnóstico hay un trabajo multidisciplinario que abarca áreas médicas en las que incluso en Olavarría estamos limitadas. No es que al primer indicador a futuro en su evolución el niño desarrolla un TEA. Hay enfermedades concomitantes que cursan con esos mismos síntomas que después no desarrollan un autismo. Hay que tener mucho cuidado porque con ese preconcepto el niño termina insertándose en un lugar equivocado e incluso en estrategias de abordaje educativas y terapéuticas inadecuadas, debido a un diagnostico erróneo. El niño queda alojado en un lugar que no es bueno”, subrayó Mariana Lázaro.