La historia comienza en octubre de 2019 tras rescatar un puma en Ostende (Partido de Pinamar) gracias a la tarea del equipo del Centro de Rescate de la Estación de Cría de Animales Silvestres (ECAS), perteneciente a la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Agroindustria de la Provincia de Buenos Aires.
En dicha oportunidad se contó además con el apoyo de Policía y Bomberos y se trabajó en red con personal de Mundo Marino y Bioparque Municipal “La Máxima”.
Para los técnicos en la materia, no se trató de un animal salvaje y según las primeras versiones, podría haberse escapado de una situación de cautiverio, de mascotismo, de alguna residencia cercana.
Este felino, actualmente se encuentra en el Bioparque Municipal “La Máxima”. En el momento de su ingreso al predio se le realizó una evaluación con el objetivo de corroborar la condición en la que se encontraba y determinar una posible reintroducción a su medio natural.
En este sentido, se siguieron los lineamientos de la Dirección de Fauna Provincial, desde donde se ha requerido la colaboración del Bioparque “La Máxima” para alojar a un puma proveniente de Carlos Tejedor.
El director del Bioparque Municipal, prof. Flavio Maldonado, señaló que “cuando se lleva un animal silvestre a cautiverio, pocas veces o mejor dicho casi ninguna se evalúa el daño que se le ocasiona, con la excusa de darle cariño se llevan a los cachorros de esta especie y de otras a cautiverio”.
Los animales en contacto con los seres humanos adquieren actitudes y comportamientos humanos, distorsionando sus pautas comportamentales normales y naturales.
Maldonado agrega que, al crecer los animales en cautiverio, se generan situaciones estresantes para las familias, por lo que tienden a llevar el animal a un Bioparque o centro de rehabilitación, con la creencia de que al animal se lo recibe, se lo rehabilita y devuelve al medio y, nada más alejado de la realidad.
Esta situación deriva en varias problemáticas, si el animal está improntado, su rehabilitación se hace compleja por no tener habilidades para la caza, entre otras cuestiones. “El daño que se ocasiona no solo perjudica al animal sino también a los centros de rescate como nuestro Bioparque, ya que nos vemos obligados a rechazar el ingreso de nuevos animales y aquí surgen nuevas conductas humanas como liberar los animales en ambientes naturales o proceder a sacrificarlos”, comenta Flavio Maldonado.
La práctica de mascotismo está concatenada al tráfico ilegal de especies, situación que pone en riesgo la biodiversidad y amenaza la mayor parte de las especies silvestres.
Desde el Bioparque Municipal se elaboró material informativo para que la comunidad conozca la especie. Además desde “La Máxima” se recomienda, en caso de encontrar cachorros en el medio natural, no levantarlos ya que los padres suelen dejarlos para ir a buscar alimento y generalmente no corren riesgo salvo que los adultos sufran las consecuencias de la caza ilegal de fauna silvestre.
Educar para conocer, conocer para conservar, actuar para el cambio.