El Municipio de Olavarría recuerda la conmemoración del Día Mundial de la Adopción que se celebra cada 9 de noviembre.

La adopción es un instrumento legal que permite que niños, niñas y adolescentes puedan vivir y desarrollarse en familia y recibir los cuidados acordes a sus necesidades emocionales, educativas y de salud, conforme a su etapa de desarrollo.

La familia como derecho

Muchos de los niños, niñas y adolescentes que residen en los hogares convivenciales municipales para infancias: Peñihuén y Namasté, y Casa del Adolescente, están separados de su familia de origen, y residen allí a raíz de medidas de abrigo adoptadas por el Servicio Local de Protección y Promoción de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, amparadas por la legalidad que le otorgan los Juzgados de Familia que dictaminaron el acogimiento institucional, para proteger algún derecho vulnerado en ese núcleo.

Al respecto, la subsecretaria de Derechos, Igualdad y Oportunidades, Valeria Chiramberro, señaló: “Se trabaja con las familias haciendo todo lo posible para que permanezcan junto a ellas, se consideran las situaciones desde el enfoque integral de derechos, articulando recursos para abordar las situaciones de exclusión y vulnerabilidad social subyacentes”.

En muchos casos, “se puede revincular con las familias, luego de un proceso de apoyo y acompañamiento sostenido en el tiempo, donde pueden apreciar avances y la restitución de derechos anteriormente vulnerados. El punto es fortalecer esos procesos y respetar siempre las particularidades de cada familia, pero considerando ciertos factores que den cuenta del cuidado y el bienestar integral de los niños, niñas o adolescentes ̈, señala Chiramberro.

Cuando, luego de un trabajo sostenido en corresponsabilidad con el Servicio Local, desde varios aspectos no pueden asegurar ciertas condiciones que garanticen un ambiente seguro y óptimo, en términos de derechos, bienestar y desarrollo saludable libre de violencias, “el SL sugiere la adoptabilidad de ese niño, niña o adolescente, que no se decide arbitrariamente, ni es un proceso de un día para el otro, sino que forma parte de un abordaje integral llevado adelante por un equipo interdisciplinario, y donde interviene la Justicia y otros organismos del circuito de protección integral con los que trabajamos. No son decisiones unilaterales, y quien determina en última instancia es el Juzgado”, indicó.

Procesos de adoptabilidad

Al agotarse las instancias de trabajo con las familias de origen aparece entonces el camino de la adopción con las familias inscriptas en el RUA (registro único de aspirantes a guarda con fines adoptivos), en articulación con la Justicia, para garantizar el derecho a vivir en familia de los niños, niñas y adolescentes.

La adopción es un recurso de protección infantil con el que cuenta el Estado para resguardar la integridad bio-psico-social de niños, niñas y adolescentes y garantizar sus derechos.

Esto quiere decir, que para que algún niño o niña transite la etapa de la adoptabilidad, los equipos de niñeces trabajaron en corresponsabilidad con las familias y las instituciones que integran el Sistema de Protección Integral.