Días atrás se realizó el tercer encuentro del Programa Adolescencias de la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida del Municipio de Olavarría, en instalaciones de la quinta Buglione del servicio de Envión II.
El Programa Adolescencias está conformado por todos los dispositivos municipales que trabajan con las juventudes y adolescencias de nuestra ciudad: Centro de día Mujeres Adolescentes y Espacio Adolescente, Envión I y II, Autonomía Joven, Callejeadas, la coordinación de Juventud, y el Servicio Local; que son programas de cuidado y protección de jóvenes y adolescentes con derechos vulnerados.
La subsecretaria de Derechos, Igualdad y Oportunidades, Dolores Muro, realizó un balance de los alcances de la propuesta y brindó detalles de la complejidad del escenario: “Este programa se empieza a pensar cuando vemos la dificultad de incorporar a ciertos chicos y chicas en determinados dispositivos institucionales para garantizar sus derechos y cuidados”.
“En Olavarría seguimos teniendo una gran red de contención y también podemos seguir identificando a cada joven que no logramos incorporar con nombre y apellido y eso es una gran fortaleza que tenemos como equipo y como Municipio. Principalmente son chicos y chicas entre los 14 y los 18 años que ya han pasado por alguno de estos servicios anteriormente mencionados y no se logró su permanencia efectiva o a largo plazo”, sostuvo.
Corresponsabilidad
El eje de la dinámica de trabajo que se pretende establecer mediante el Programa está dado por el trabajo en red con los equipos de los respectivos servicios mediante la corresponsabilidad en el abordaje de las situaciones, en virtud de la complejidad de la problemática, “que nos interpela continuamente y nos obliga a construir y repensar nuevas estrategias en territorio con los equipos, y sumar el aporte de miradas al proceso para poder abordar la complejidad de manera adecuada, según las necesidades y demandas de los chicos y chicas que acompañamos”, destacó la subsecretaria.
Esta complejidad, no sólo está dada por el consumo problemático de sustancias sino por la falta de referentes familiares y comunitarios, desescolarización educativa, sumado a problemáticas habitacionales, alimentarias y afectivas en sus trayectorias de vida, “por eso empezamos a hacer un trabajo en red entre lo existente para generar líneas de acción a largo plazo más allá de la incorporación efectiva de estos chicos y chicas al Programa, consolidar un trabajo solidario y de confianza entre las instituciones, teniendo en cuenta que es imposible abordar determinadas problemáticas en soledad”, afirmó.
Pasos a seguir
Se acordó en conjunto una metodología de trabajo establecida para los primeros y los terceros jueves de cada mes coordinada por la Subsecretaría de Derechos, Igualdad y Oportunidades que reunirá a referentes de cada uno de los dispositivos que componen el Programa. En estos encuentros se abordará en forma grupal cada situación particular derivada por el Servicio Local y se tratará de pensar colectiva y participativamente el mejor abordaje para el cuidado y la protección real de los derechos de chicos y chicas.
“Todo el proceso ha sido muy rico y productivo, siempre con buen clima y predisposición de todos los equipos que participan del Programa, que llevan el compromiso en la tarea cotidiana como bandera, volcado en las ganas que mostraron desde el primer momento en construir y ver la necesidad de repensar las prácticas cotidianas en función de las necesidades reales que tenemos hoy en la comunidad”, manifestó la subsecretaria.
Como primeras acciones a desarrollar, se armará un recursero para visibilizar y promocionar todos los servicios municipales de adolescencias y juventudes en vistas a mejorarlos y brindar un servicio adecuado a la demanda.
“Trabajamos siempre repensando los dispositivos en función de las necesidades de la población beneficiaria, particularmente de los y las adolescentes que cuesta mucho incorporar para prevenir situaciones problemáticas como consumo de sustancias, o el ingreso en el circuito de la delincuencia, eso es un desafío que tenemos hoy como Municipio, y evaluar continuamente nuestros recursos, qué hacemos y cómo lo hacemos, es un gran avance”, destacó Muro.
Además, se acordó la necesidad de reflexión y capacitación permanente, en vistas a la “necesidad que tenemos de perfeccionar y actualizar los conocimientos para aplicarlos a las intervenciones, y para eso contamos con el apoyo de una profesional de la UNICEN del campo de la antropología, y el aporte de referentes que integran el programa, con vasto recorrido y trayectoria en la gestión para planificar instancias participativas con el objetivo de repensar las prácticas”, concluyó.