En un Salón Rivadavia colmado se desarrolla la capacitación para el abordaje del abuso sexual en la infancia, organizada por el equipo de la Subsecretaría de Derechos, Igualdad y Oportunidades.
Destinada a estudiantes, docentes referentes de instituciones estatales y ONGs vinculadas a la temática y público en general, la capacitación está a cargo de la Lic. Analía Boscato, especialista en Psicología Jurídica con orientación en peritajes y Directora del Centro Argentino de Psicología Jurídica.
El secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida Diego Robbiani encabezó la apertura de la jornada, la cual, consideró, “demuestra la inquietud de los presentes, del ámbito de la docencia y la educación, justicia, municipio, salud y referentes de agrupaciones vinculadas a la temática”.
“Me pone muy contento que estemos hoy reunidos acá. Trabajar en este tema es una decisión que viene desde el año pasado a raíz de situaciones que venimos viendo en el día a día. Es una necesidad que los equipos técnicos y articuladores estén capacitados en esta problemática que vemos cada día más grande y realmente requiere un abordaje temprano” afirmó Robbiani al tiempo que agregó: “Hace poquito se hizo pública una situación lamentable en la ciudad, pero quienes trabajamos en esta problemática sabemos que también hay un montón de situaciones diarias que no salen a la luz y nos obligan como Estado, en todos los ámbitos a tomar decisiones. Esto es un pequeño grano de arena en este desierto”.
Por su parte, la Lic. Boscato agradeció la convocatoria y expresó: “Celebro que se abran estos espacios donde nosotros podamos hablar de esta problemática que es tan dura y difícil de abordar, con gente que viene desde distintas disciplinas. Este encuentro nos va a permitir a aunar criterios y pensar fundamentalmente en la prevención que es lo que queremos todos”.
“Hace unos años nos encontramos junto con otros colegas con una dificultad bastante compleja, que tiene que ver con cómo probar el abuso sexual infantil de los niños chiquitos, aquellos que tienen de dos a cinco años, que no entienden lo que les sucedió. Nosotros lo entendemos porque lo observamos a través del juego, el dibujo, etc. Pero no encontrábamos bibliografía que pudiera sustentar eso. En lo que estamos trabajando es en que la justicia pueda escuchar que hay indicadores en los niños que no son observables a simple vista pero que son compatibles con el abuso sexual, por lo que son prueba suficiente del delito” afirmó Boscato.
La capacitación se enmarca en una serie de cursos orientados a personal que trabaja directa o indirectamente en ámbitos en donde se encuentre con casos de niños víctimas de agresión sexual y requiera de una capacitación al respecto, como así también una capacitación específica de profesionales y técnicos que laboren en la detección y comprobación del delito.
El objetivo es el de entrenar a los participantes en la aplicación y análisis de técnicas específicas para la detección de indicadores en el material de un niño que permitan arribar, tanto al diagnóstico de abuso sexual en la infancia, como a la comprobación del delito para colaborar con la Justicia.
En Argentina el abuso sexual hacia niños constituye el segundo delito más frecuente. Pero tiene el primer puesto en impunidad. Estas tristes estadísticas son el efecto de varios factores, entre ellos: la dificultad para realizar la denuncia, generalmente obstaculizada por distintas creencias populares o fracturas en la dinámica familiar.
Otros factores solidarios con la impunidad son la falta de testigos, ya que este delito por lo general se comete en el ámbito privado en donde sólo están presentes la víctima y su agresor. Otra de las dificultades con las que se encuentra la Justicia, es la ausencia daño físico (en algunos casos) y del relato de los sucesos por parte de la víctima. Frente a estos obstáculos se torna imprescindible la comprobación de la agresión mediante herramientas aportadas desde la Psicología.
En el abordaje del niño se parte de la presunción de que pudo haber sido vulnerado. Este aspecto requiere de cuidados y capacitación específicos por parte de los profesionales actuantes. La exploración debe efectuarse de manera especializada, responsablemente, tomándose el tiempo necesario y utilizando las técnicas diagnósticas que resulten más adecuadas y específicas para cada caso, a efectos de no provocar mayor sufrimiento al niño.