El Juzgado de Faltas a cargo de la Dra. María Celia Alem dio a conocer las sentencias por alcoholemia positiva dictaminadas en la cuarta semana del corriente mes.
Durante este lapso, el Juzgado estableció, para cuatro casos, multas que rondan los 26 mil pesos respectivamente.
En primer lugar, ante un test de alcoholemia con resultado positivo (1,45 g/l), registrado por personal de Control Urbano en los controles de rutina realizados el 10 de noviembre, pasadas las 07:00 horas; el organismo competente dictaminó una multa de 26.920 pesos e inhabilitación para conducir por 12 meses.
En los restantes tres casos, el Juzgado determinó iguales montos en lo que concierne a la sanción económica. Lo que varía es la inhabilitación para conducir, que en tales casos corresponde a 18 meses respectivamente. A continuación se brindan detalles de cada procedimiento.
En las inspecciones de tránsito del 16 de noviembre, alrededor de las 04:30 horas, una persona conducía bajo un estado manifiesto de alcoholemia y resultó imposible la realización del test.
En otro de los procedimientos, efectuado el 20 del corriente mes, se consignó un test que arrojó como resultado 1,71 g/l de alcohol en sangre.
Finalmente, un control realizado el 28 de octubre pasada la 01:00, dio como resultado una alcoholemia positiva de 1,67 g/l.
Los controles de alcoholemia se llevan delante de manera habitual, tanto de manera diurna como nocturna, con el objetivo de generar mayor concientización sobre los riesgos que conlleva el consumo excesivo del alcohol y prevenir siniestros viales.
Desde el Municipio, más allá de los niveles permitidos, se hace hincapié en tolerancia cero al volante, porque debe considerarse que aún en concentraciones menores el alcohol produce importantes consecuencias en el organismo, generando alteraciones en el comportamiento y disminuyendo la capacidad de capacidad de conducir de manera idónea.
En todos los casos, el consumo excesivo provoca consecuencias, sobre las funciones psicomotoras, sobre la visión del conductor y sobre el comportamiento y la conducta.
El conductor experimenta un falso estado de euforia, seguridad y confianza en sí mismo, apareciendo un desprecio por el peligro y una tendencia a transgredir las normas.