El Bioparque Municipal “La Máxima” acuna a un nuevo pecarí de collar nacido en el predio, que se incorpora al programa de Conservación de esta especie.
El pecarí de collar o morito está catalogado en la lista roja como una especie de “preocupación menor” en el mundo, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la autoridad mundial en cuanto al estado de los recursos naturales. En nuestro país esta especie se considera “extinta” desde el siglo XX en la provincia de Corrientes, Entre Ríos, buena parte de Santa Fe, Sur de Córdoba y el sudeste de Santiago del Estero.
El pecarí de collar es uno de los principales frugíferos silvestres del norte argentino, que cumple un rol importantísimo para que los bosques se regeneren, por su función de dispersores de semillas. Además son piezas claves, como presas, en la cadena alimenticia, para que la liberación del yaguareté sea exitosa. Allí radica la importancia de trabajar en su preservación, y ese es el compromiso que el Bioparque “La Máxima” asume desde 2018.
El programa de Conservación del Pecarí de Collar se desarrolla desde hace más de 13 años, en Alianza con CLT (Conservation Land Trust) y otras reservas y zoológicos provinciales, como la Reserva del Tigre y Granja los Pibes en Tandil, el Zoológico de La Plata y el Ecoparque América, contando con el apoyo de la Dirección de Fauna Provincial de Buenos Aires.
El Pecarí de Collar se constituye en un eslabón indispensable en el ecosistema de la Reserva del Iberá por todo lo antes mencionado, por lo cual este programa busca devolver a los esteros a los pecaríes que desaparecieron, ya sea por acción de la caza indiscriminada o por destrucción del hábitat.
La reintroducción del pecarí de collar comenzó en 2015, y fue en el año 2018 que nuestro Bioparque aportó animales a este programa, en lo que fue la reincorporación más grande, que se llevó adelante por nuestra institución.
Todo el proceso de reintroducción de especies es avalado por criterios científicos. En el caso del pecarí, por ejemplo, debe constatarse que no haya otras poblaciones de la misma especie en la zona u otro mamífero nativo que se vea amenazado por el retorno de este pequeño mamífero. Inicialmente antes de soltar a todos los pecaríes se les colocaban radiocollares para rastrear su localización en el campo.
Actualmente, el Bioparque cuenta con la autorización para realizar el traslado de los animales, ahora comienza el trabajo de sinergia para la construcción y restauración de cajas transportadoras, mangas de encierre para la contención del animal y muchas horas de viaje.
El Bioparque elaboró un programa diferente al efectuado en otros establecimientos como Córdoba y Mendoza: “decidimos preparar núcleos poblacionales para la restauración del ecosistema que lleva adelante CLT en el Parque Nacional Iberá. Nos encontramos trabajando y preparando nuevas familias de pecaríes para su liberación”, explica Flavio Maldonado, director del Bioparque, quien añade que, cumpliendo con el rol de los Bioparques, se trabaja en red para la conservación de la biodiversidad en ambientes naturales de forma sostenida y sustentable, entablando alianzas para llevar adelante estos procesos.
A principios de 2020 estaba previsto el traslado de una nueva piara de pecaríes de collar al Centro de Conservación de Fauna Silvestre “Aguará” (Paso de la Patria) en Corrientes. Dado el contexto de pandemia, este traslado fue postergado y hace unos días se produjo el nacimiento de un nuevo pecarí que se incorpora al programa de Conservación.
Invitamos a los vecinos de Olavarría a visitar la red social del Bioparque y conocer la cría de pecaríes de collar.