El ex intendente Enrique Mario Alfieri, inauguró la Terminal de Ómnibus el 14 de agosto de 1969 y el acto fue presidido por el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires Saturnino Llorente.
Es en el acto Aniversario Nº50 de su fundación, en la mañana de este jueves, se impuso el nombre “Héctor Antonio Vázquez Brust” al edificio
La terminal fue iniciada durante la administración de Carlos Portarrieu, obra licitada y adjudicada a la Empresa Mignone y Safar SA (de La Plata) que inició los trabajos en 1965, pero debió abandonarlos en 1966 por razones de índole financiera de la empresa. En 1967 se rescindió el contrato con la empresa constructora y se reinician los trabajos por Administración Municipal, quedando a cargo del proyectista y director de la Terminal, el Arquitecto Vázquez Brust, culminando las obras en 1969.
El autor del proyecto, formado en la Universidad Nacional de Córdoba, desarrolló una destacada labor en el medio, siendo la obra de la terminal la más relevante de su producción.
El acto de la mañana de jueves fue encabezado por el intendente Ezequiel Galli, acompañado por el ex intendente Enrique Alfieri, el hijo del arquitecto Vázquez Brust, el presidente del HCD Bruno Cenizo, el jefe del Regimiento Ángel Octavio Peluffo, funcionarios municipales, concejales, representantes de instituciones locales y público en general.
“Ayer, 14 de agosto de 2019, se cumplieron 50 años de la inauguración de nuestra Terminal de Ómnibus de Olavarría, la cual a partir de hoy -y a propuesta del Colegio de Arquitectos (Distrito 8) conjunto con la Delegación Olavarría de dicho colegio- llevará el nombre de arquitecto Héctor Antonio Vázquez Brust. Este nombre se lo propusimos al intendente Ezequiel Galli, que aceptó nuestra propuesta: una forma de reconocer a uno de nuestros matriculados, ya fallecidos, que nos ha dejado un prolífico legado de su arquitectura en nuestra ciudad”, contó el arquitecto José Luis Arguiñena.
Luego continuó: “qué decir de ‘el gordo’, como le decían cariñosamente los colegas que tuvieron el gusto de conocerlo. Nacido en nuestra ciudad el 27 de julio de 1930, fue a estudiar luego la carrera de arquitectura a Córdoba capital, donde se recibió en 1956. En esta prestigiosa casa de estudios conoció a su esposa, también arquitecta, con la cual tuvo 4 hijos. Además de arquitecto era profesor recibido en la Escuela de Bellas Artes José Figueroa Alcorta”.
“Falleció el 27 de marzo de 1995 en nuestra ciudad. Su ciudad. En su vida profesional ha sido un adelantado para su época en su forma de proyectar. Ha desarrollado, además, una gran cantidad de obras: el ex Colegio Nacional y Comercial, una vivienda unifamiliar, Círculo Médico Olavarría y esta Terminal, entre otras”, agregó el arquitecto.
“Esta obra figura en la Ordenanza 3934 del 16 de preservación de Patrimonio Histórico Municipal, promovida por el entonces concejal Cladera y aprobada por unanimidad por el Concejo Deliberante”, finalizó.
La Terminal tiene capacidad para nueve dársenas de colectivos, sector de boleterías, sala de espera, confitería. Entrepiso destinado a sala de exposiciones, planta de subsuelo donde se instalaron los sanitarios y locales comerciales, conjuntamente con un túnel para facilitar el cruce de la avenida.
Se inauguró con una carpintería de aluminio, vidrio y dolomita, sin muros opacos, garantizando las visuales en todas las direcciones: un diseño totalizador que incluía equipamiento de avanzada para la época: escaleras articuladas, bancos con estructura de acero y cuero, mostradores y maceteros de brillante dolomita. Componentes tecnológicos de vanguardia: calefacción, iluminación, circuito cerrado de tv y sonido, a semejanza de un aeropuerto.
La terminal ostenta una concepción singular, con particular lucimiento para el arquitecto Héctor Vázquez Brust, hijo y ciudadano de Olavarría.
“No sé si se acuerdan, hace muchos años había una publicidad en televisión que decía que lo más importante era tener un nombre, había chicos que contaban que querían ser cuando sean grandes y pensaban en su futuro. Esto es un ejemplo. Esta Terminal nació siendo grande, nació siendo importante, siendo moderna y transcurrió 50 años sin tener un buen nombre, con lo importante que es tener un buen nombre y lo que implica. La llamamos ‘la terminal’, ‘la terminal de ómnibus’, ‘la terminal de micros’… Y se llama Terminal porque es donde termina el recorrido de los micros”, comenzó el intendente Ezequiel Galli su discurso.
Aseguró que “acá también empiezan un montón de historias, han venido seguramente muchos de ustedes a despedir a un familiar, a recibir a un hijo. En mi caso, montones de veces a tomarme el micro para ir a estudiar. Y tantas historias han pasado por acá y tan importante para nosotros que cumpla 50 años y nos acompañe ‘Tucho’ (Alfieri)”.
“Y pensamos en ponerle un nombre. La inició Carlos Portarrieu, la inauguró Tucho, con algunas complejidades paso por varias intendencias, a Tucho le tocó terminarla e inaugurarla, nada más y nada menos que hace 50 años. Y pensamos en el nombre de tu papá (le dijo al hijo de Vázquez Brust que se encontraba presente) y creo que es un merecido reconocimiento por todo lo que ha hecho en Olavarría , por la cantidad de edificios que engalanan y embellecen a la ciudad, este es uno de ellos. Estamos convencidos de que es un buen reconocimiento para que esta Terminal de una vez por todas tenga un nombre, una identificación. Seguramente muchos le van a seguir diciendo ‘la terminal’, pero todos los olavarrienses van a saber que un olavarriense, una persona nacida en nuestra ciudad, pudo lograr inaugurar y terminar algo tan importante como un edificio para que entren y salgan todos los micros desde y hacia todo el país”, manifestó.
Finalmente agradeció “a todos los presentes, no voy a nombrar en particular porque son muchos. La importancia de este día se dignifica con la presencia de todos ustedes. Los invito a seguir soñando por un futuro mejor como lo hizo el arquitecto en su momento”.
Tras el discurso, se realizó la entrega de reconocimientos para quienes trabajaron en la terminal. A quienes están jubilados: Rosa Hidalgo, Eduardo Díaz, Carlos Gaudini, María Concepción Prestipino, Manuel Sanchez y Jorge Linares. A quienes fueron encargados de la Terminal -también jubilados- Pedro Silva, Hugo Wagner, Aníbal Federico y Néstor Lovecchio.
Una mención especial fue para una persona que comenzó a trabajar en 1975 en la Empresa Cóndor La Estrella y continúa hasta la fecha repartiendo encomiendas de distintas empresas: Manuel Lezcano «Manolo».