Transgresor, cínico, irreverente, morboso, cómico, dramático y sensible hasta las lágrimas. Tan incomprendido, como comprendido, amado, admirado, odiado y criticado.
Lejos de encasillarse en un espectáculo de texto, una comedia o un stand up, Baby Etchecopar vuelve al teatro con una propuesta totalmente renovada, con su estilo de siempre… Cuando se enciendan las luces del escenario, no aparece un personaje encarnado por un actor como puede suceder en una comedia.
Te verás a vos mismo, invitación mediante, a realizar un viaje hacia tu interior. Simbolizándote a vos mismo, a tus hijos, a tus padres, a tu Dios.
Convirtiéndote en el protagonista de una obra que te hará estremecer durante una hora y media.
Transmitimos nuestras frustraciones, como posiblemente también lo hayan hecho nuestros padres con nosotros, para que luego sin culpa: votemos mal, vivamos mal, amemos mal, trabajemos mal y volvamos a trasmitir este sentimiento en nuestras creaciones, que serán las que nos juzgarán hasta el último suspiro de nuestras vidas.
Al punto de buscar equivocadamente la alegría, el sol y la aventura en un programa de televisión o votando a un sinvergüenza. Que conociendo muy bien nuestras deficiencias, te hace parir como a un hambriento de salvación, la confesión de un cura.
Con este estremecedor monólogo, este Ángel de todos los tiempos te hará apretar los dientes sentado en la butaca. Intentará hacerte sentir entonces que estas arrugando tu pasado. Con el claro cometido de que comiences a darte cuenta que el ratito de vida que te queda, te pertenece. El Ángel vuelve a sobrevolar en el teatro.
Las entradas se encuentran a la venta en la boletería del Teatro (en efectivo y con tarjeta de crédito) a un valor de $510 platea baja y $460 platea alta. El horario de atención es de martes a viernes de 9 a 12 horas y de 17 a 20 horas.