La Dirección de Bromatología, en adhesión al comunicado de ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) brinda información acerca del cuidado del agua de nuestra pileta o piscina para prevenir enfermedades.
El agua de las piletas o piscinas puede estar involucrada en la transmisión de enfermedades como otitis, conjuntivitis y diversas infecciones intestinales. De todas formas, es posible prevenir estos inconvenientes si se mantiene el agua en buenas condiciones, utilizando los siguientes productos según las necesidades:
Cloro
El cloro mantiene el agua libre de bacterias, ya que su función es destruir estos microorganismos.
Por eso, es importante realizar el tratamiento con la cantidad de cloro adecuada, teniendo en cuenta el volumen de agua que contenga la pileta.
Después de haber dosificado el cloro, debe controlarse periódicamente que su nivel no sea excesivamente alto o bajo, y para ello pueden utilizarse kits de tiras de prueba que permiten su medición.
El nivel de cloro debe mantenerse entre 0,4 y 1,5 partes por millón (ppm). No es aconsejable que se encuentre en un valor mayor, ya que puede resultar tóxico para las personas. Los bajos niveles de cloro, por otra parte, pueden permitir el desarrollo de bacterias.
PH del agua
En las piletas de natación es importante controlar el pH del agua al menos una vez por semana, utilizando el kit de medición. Este valor influye directamente en la efectividad del cloro.
El pH debe encontrarse en un valor de 7,2 y 7,8. Si el pH es mayor o menor, la efectividad del cloro como germicida disminuye.
Por lo tanto, en caso de que el pH no se encuentre en los niveles adecuados, debe utilizarse un producto incrementador (alcalinizante) o reductor (acidificante) del mismo.
Alguicidas
Este producto se utiliza para eliminar las algas presentes en la piscina, que provocan que el agua se torne verdosa y que las paredes y el fondo de la pileta se vuelvan resbaladizos.
Es necesario añadir periódicamente la dosis adecuada de alguicida en la piscina, sobre todo cada vez que se renueva el agua.
Floculantes
También llamados coagulantes o clarificadores, se utilizan cuando el agua se ha vuelto turbia debido a la presencia de partículas en suspensión. Los floculantes aumentan el tamaño de dichas partículas y provocan que decanten al fondo de la pileta, para facilitar su limpieza mediante el uso del barrefondos. Todos los productos para piscinas son regulados por la ANMAT y se encuadran como Domisanitarios (o Productos de Uso Doméstico).
Al momento de comprarlos, debemos asegurarnos que en su rótulo figure el número de registro nacional de establecimiento (RNE) y el número de registro nacional de producto de uso doméstico (RNPUD). Para confirmar la legitimidad del producto recomendamos consultar el listado de productos para tratamiento de aguas de piscinas de la ANMAT.
Por otra parte, para asegurar la efectividad de estos productos es necesario respetar estrictamente las indicaciones del rótulo, en cuanto a dosificación, precauciones y condiciones de almacenamiento. Además, siempre deben mantenerse fuera del alcance de los niños y de las mascotas.
Es importante señalar que todos los productos deben aplicarse en ausencia de bañistas y que el agua debe ser recirculada luego de su aplicación.
Respecto a los natatorios de actividad comercial, Bromatología aclara que los encargados del mismo deben llevar un libro de aguas con las anotaciones diarias de los controles de alcalinidad y cloración del agua.