El Intendente Ezequiel Galli encabezó una recorrida por instalaciones de Cementos Avellaneda S.A., acompañado por el secretario de Desarrollo Económico Julio Valetutto y autoridades de la empresa.
El motivo de la recorrida fue interiorizarse acerca un ambicioso proyecto de inversión por parte de la empresa, orientada a incrementar la capacidad productiva de sus plantas cementeras en un millón de toneladas/año, en respuesta a la creciente demanda del mercado de la construcción, tanto de inversión privada como de obras públicas.
La inversión más relevante del grupo es la nueva línea de producción en la provincia de San Luis, con un monto aproximado de 200 millones de dólares, que entrará en operación en el 2019. En Olavarría las inversiones principales del 2017 y las previstas para el 2018 superan los 65 millones de dólares. A este monto se le suman 20 millones de dólares anuales en concepto de movimientos de material estéril para operar su cantera. Además, se prevén inversiones destinadas a la mejora en infraestructura productiva, en sus procesos logísticos y de impacto medioambiental.
Cementos Avellaneda S.A. es una empresa centenaria, nacida en el distrito homónimo, destinada en sus inicios a la fabricación de cal y hoy dedicada a la producción de materiales de construcción. Ampliamente legitimada en el mercado, actualmente emplea a más de 700 personas de forma directa y cuenta en su haber con dos plantas cementeras ubicadas en nuestro Partido y en la localidad de San Luis.
La composición accionaria de la compañía se divide entre Cementos Molins (España) y Votorantim Cimentos (Brasil).
Durante la recorrida, las autoridades de la empresa dialogaron con los funcionarios acerca del Proyecto ARACOL (Arcillas Activadas Olavarría) y su impacto favorable en materia de sustentabilidad y buenas prácticas ambientales. Este proyecto es inédito en el país, siendo Cementos Avellaneda S. A. la primera en desarrollarlo en Argentina. Para la producción se utilizan arcillas de la zona que son activadas térmicamente, obteniéndose de esta manera una puzolana artificial. Este material adicionado en las moliendas de cemento da como resultado un producto que mejora su calidad, manteniendo sus valores de resistencia normativos, aportando mayor durabilidad en los hormigones, y teniendo como beneficio adicional una notable reducción de emisiones de CO2 y consumo energético.
El Proyecto ARACOL comenzó a gestarse en el 2009, consolidándose en 2017 con su puesta en operación. Es de destacar que tanto la ingeniería de desarrollo del producto, como de diseño y control de la instalación, son propias, con el valor agregado de reutilizar equipos fuera de servicio.
Del proyecto ya se concretó su primer etapa, que permitirá conseguir 200.000 tn de cemento adicional. Con la segunda etapa se podrá llegar a las 340.000 tn por año.