“La mediación en sí es un método de resolución de conflictos, disputas, es un método colaborativo donde se invita a las partes a que puedan charlar los temas que tienen inconvenientes y encuentren entre ellos una solución”, introdujo la directora de Defensa al Consumidor y Relaciones Vecinales, Dra. Andrea Imbrogno, para comenzar a explicar en qué consiste la Mediación Comunitaria.
“A mí criterio es un método que revaloriza a la persona, porque permite descubrir que todos tenemos la capacidad de poder dialogar con el otro, ser asertivos, exponer nuestras posiciones, entender al otro y alcanzar las soluciones en forma conjunta”, destacó.
“Si nosotros recurrimos a un árbitro o a un juez, el juez decide por nosotros, dejamos nuestra vida en manos de otra persona que va a decidir de acuerdo a lo que nosotros ponemos como pruebas. En la mediación nosotros decidimos por los otros. Eso tiene un plus, un valor, que hace que decidamos de acuerdo a nuestra medida. Acá nos olvidamos de nuestras funciones de base y entendemos lo que necesitan las partes. Se trabaja sobre los intereses, qué necesita el otro”, detalló en cuanto a cómo se trabaja específicamente en el Centro de Mediación Comunitaria.
Imbrogno sostuvo que “el conflicto nace porque hay alguna necesidad que está insatisfecha. Esa situación es la que nos provoca ese malestar con el otro. Entonces tratamos de juntarnos acá, en la oficina de Mediación Comunitaria, en un lugar neutral, donde tengamos un espacio para poder charlar”.
Sobre el rol que desempeñan planteó que “los mediadores somos facilitadores del diálogo, mediante diferentes técnicas, preguntas para poder llegar a ver qué es lo que necesitan las partes, se puedan comunicar y alcanzar un acuerdo a su medida”.
Puntualmente expresó que “la mediación comunitaria es precisamente la que se da entre vecinos, por roces o situaciones que se dan en la vida cotidiana, la mascota, el árbol, las hojas en el patio, la filtración, todo tipo de problema que se pueda generar al estar viviendo en forma conjunta”.
“A nuestros vecinos muchas veces los vemos más que a la familia. Si a tu vecino lo vas a ver cada vez que salís, tratemos de buscar una solución ante un conflicto”, consideró.
En cuanto a los temas más recurrentes, la titular del área señaló que “últimamente se han dado muchos problemas por alquileres, entre dueños e inquilinos, que también se tratan acá, como asimismo abordamos temas con entidades intermedias, donde se generan conflictos de convivencia porque comparten algo”.
En números, durante el primer semestre del 2023, en el Centro de Mediación Comunitaria se registraron 93 ingresos, alcanzando 57 acuerdos, 25 aún se encuentran en trámite y hay 10 desistimientos.
“Todo es tratable en mediación, todo lo que las partes quieran se trata en la mediación”, aseveró.
“Una mediación puede tener tantas entrevistas como consideramos necesarias, que sean productivas para las partes. Es un proceso que es totalmente voluntario. Si una de las partes dice no quiero mediar más, me voy y no hay ninguna consecuencia”, dijo la Dra. Imbrogno.
En este sentido diferenció que “Defensa al Consumidor y Mediación Comunitaria, que son dos áreas absolutamente diferentes, en Defensa al Consumidor hay una resolución, una decisión de un tercero, es un proceso heterónomo, en cambio en Mediación es autónomo”.
“Las partes se pueden ir, hablan en su idioma y las instancias de mediación varían de acuerdo a la cantidad de audiencias necesarias, o a veces se realizan acuerdos parciales o temporarios, que se revisan al tiempo, o vamos haciendo un seguimiento. Es un proceso flexible, que implica un seguimiento y acompañamiento, por eso algunas mediaciones se resuelven en una audiencia y en otros caso en tres o cuatro”, describió la profesional.
“Hay gente que viene sin conocer esta instancia de mediación comunitaria y otros que han intentado, muchos se acercan con la idea de radicar una denuncia y le explicamos que trabajamos con otro método, acá se trata de que cada uno de nosotros nos podamos hacer cargo de nuestros problemas”, afirmó la titular del Centro de Mediación Comunitaria.
Para Imbrogno “una denuncia a mi criterio es te dejo mi problema y resolvelo. Acá me hago cargo de mi situación conflictiva y vamos a tratar de resorverlo de manera conjunta, nosotros ayudamos, pero no hay una sanción explícita”.
La Dirección de Defensa al Consumidor se crea en el año 2008, mientras que en el 2010 se incorpora el área de Mediación Comunitaria, que lleva adelante audiencias con vecinos y vecinas a los fines de garantizar un espacio de diálogo para que puedan gestionar y/o resolver sus cuestiones vecinales y mejorar la convivencia, mejorando su calidad de vida y una sociedad más justa y pacífica.
Los temas que se abordan son ruidos molestos, tenencia irresponsable de mascotas, malos olores, medianería, plantas/arboles, cuestiones con Consorcio de edificios, desavenencias entre locador y locatario,filtraciones y cuestiones de relación con sus vecinos.
Por más información, dirigirse a la sede ubicada en Dorrego 2615, comunicarse a través del mail mediacion.comunitaria@olavarria.gov.ar, por WhatsApp al 2284 -233567 o bien al teléfono fijo 418477/78, de lunes a viernes de 7 a 13 horas.
Construyendo convivencia
“Esto no es denuncia, es una forma totalmente diferente de relacionarse. Por eso cuando vamos a las escuelas reforzamos este mensaje como una forma de gestionar conflictos, como una cuestión de aprendizaje”, reforzó en relación a los talleres que se brindan en el marco del Proyecto “Construyendo Conciencia”, destinado a todos los establecimientos educativos formales y no formales
“Buscamos generar en los chicos otra forma de diálogo”, puntualizó Imbrogno.
“El taller es sobre construcción de convivencia, tratamos de llevarles como propuesta otra forma de relacionarse, se perdió el diálogo, la posibilidad de encontrar una forma de llegar acuerdos de manera pacífica. La gente se comunica en su mayoría por redes, donde la forma es mucho más escueta, corta y se generan malinterpretaciones, malentendidos. Nosotros podemos reconstruir entonces la forma de diálogo, que los chicos se puedan comunicar, que puedan entender sus emociones, que puedan reconocer cómo reaccionan ante determinadas situaciones y qué otras alternativas de reacción podrían tener”, declaró.
Imbrogno propuso que “si llegamos con esa semillita, que hay otra forma de dialogar, creo que podemos cambiar un poco este clima tan violento en el que estamos viviendo. En realidad todos somos diferentes y todos somos iguales. Hay que respetar las diferencias del otro, que son enriquecedoras, tomar lo bueno, lo rico del otro, y no la burla, el bullying. Todo eso es lo que trabajamos en las escuelas, que es un poco lo que tratamos acá cuando nos sentamos con los vecinos”.
“Acá buscamos dialogar en un marco de respeto, donde cada uno va a ser escuchado y va tener su tiempo, no nos levantamos la voz, no nos insultamos, tratamos de explicar qué es lo que buscamos. Esa forma de resolver la llevamos a las escuelas, reconocemos las emociones del otro y en ese rompecabezas se va generando el diálogo, y una vez que las personas pueden hablar pueden resolver el conflicto, porque hablando se entiende la gente”, concluyó.