El Museo Municipal “Miguel Stoessel Müller” de Colonia San Miguel celebró junto a la comunidad sus 21 años.
Un vasto programa de actividades culturales y artísticas coronó los festejos, que se llevaron a cabo por la tarde del pasado miércoles. Los mismos contaron con la participación de Osvaldo Bugliese, uno de sus autores del libro “Colonia Nievas: Alemanes del Volga, Relatos de su historia”; el Ballet de Danzas Alemanas “Wir Bringen Freude” de la Escuela de Danzas Municipal de Olavarría; el taller de Folklore del Centro Cultural de Hinojo; y el Taller de Arte dictado por la profesora Nancy Kessler.
Para culminar, se realizó el encendido de árbol navideño, por parte de representantes de la Sociedad de Fomento de la localidad.
Durante el transcurso del evento se dispuso la feria navideña, con puestos a cargo de artesanos locales, al tiempo que se expusieron los adornos navideños del concurso “Nos vestimos de Navidad”. También, se efectuó la entrega de presentes a los participantes del mismo.
El Museo fue inaugurado el 8 de diciembre de 2000. Tiene como misión fundamental dar testimonio y exhibir elementos que constituyen la identidad de la comunidad de la Colonia, fundada el 3 de octubre de 1881, por familias alemanas del Volga.
Desde su fundación, la misión fundamental del Museo fue dar testimonio y exhibir elementos que constituyen la identidad de Colonia San Miguel.
Que el pueblo pueda contar con un lugar que resguarda su historia fue posible gracias a la donación de esta antigua y típica casa, que pertenecía a los ocho hijos de Miguel Stoessel Müller, uno de los primeros pobladores. A partir de ese momento – hacia 1998 – junto con un grupo de vecinos que conformaron la agrupación Amigos del Museo, se comenzó a restaurar la casa y a recibir las donaciones de la comunidad de diferentes objetos, documentos, fotografías y demás elementos.
El Museo cuenta con una sala principal: «Irene Fuhr», y otras salas donde se puede encontrar la historia de casamientos, familias, cunas, la mujer alemana del Volga, el trabajo en el campo, la importancia de la religión y la fe de los inmigrantes ruso-alemanes, además de una cocina de antaño.
El inmenso patio de maquinarias agrícolas antiguas guarda la historia de las distintas épocas de trabajo de la tierra. También, carros, arañas y la llamada chata rusa.
Desde su inauguración el Museo ha realizado diversas actividades, talleres, charlas y espectáculos, en interacción permanente con la comunidad e instituciones del pueblo, adhiriendo además, a las fiestas populares como la tradicional Fiesta de la Kerb.
Ha sido el escenario de cuentacuentos y titiriteros, así como de magos y cantautores. A través de los años el público ha podido disfrutar de un coro, así como de una banda de música alemana y los sabores propios de los Alemanes del Volga pudieron degustarse en las gratas «Tardes de té».
El Museo supo convertirse en el punto de encuentro de autos antiguos, así como también formar parte de uno de los rallies de motos antiguas más importante del país. También ha itinerado, trasladando muestras a otros lugares, compartiendo y transmitiendo su identidad, nutriéndose de las historias de inmigración de los otros pueblos que componen el Partido de Olavarría.
Anualmente desde su apertura ha recibido visitantes de diferentes puntos de la Argentina y del mundo. Desde contingentes, visitas guiadas a instituciones educativas hasta viajeros que descubrieron el lugar al realizar turismo en la zona.
El Museo resguarda la identidad, el origen y la historia de todo un pueblo.