«Fue un buen año en general. Nos propusimos -y vamos a seguir trabajando fuertemente en 2019- crear servicios amigables, que empezamos sobre todo con el Servicio Local. Estamos en un proceso importante y lo vamos a seguir fortaleciendo”, resaltó la subsecretaria de Derechos, Igualdad y Oportunidades Dolores Muro, al realizar un balance del trabajo durante el 2018 y los desafíos del corriente año.
Desde junio del 2016 la licenciada está al frente del área -dependiente de la Secretaría de Desarrollo Humano y Calidad de Vida (a cargo de Diego Robbiani)- y está convencida de que “es un nombre que tiene mucho significado: no hay desarrollo humano y calidad de vida sin oportunidades, derechos e igualdad. Algo que siempre prioricé en mi carrera es brindar oportunidades a la gente. Yo estoy agradecida por todas las que tuve y es algo que quiero dar como impronta en mi Subsecretaría”.
Son las Direcciones de Políticas de Integración para la Discapacidad y Tercera Edad; Niñez, Adolescencia y Adicciones; Promoción y Protección de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y Políticas de Género y Diversidad Sexual las que conforman la Subsecretaría y que día a día trabajan en conjunto para dar respuestas a la comunidad, con la responsabilidad de estar “atentos a generar oportunidades a la gente: desde la escucha, la movilización, generar recursos materiales (que por suerte tenemos la posibilidad de hacerlo), como también de ser referentes, tanto de niños como de adultos. Referentes desde el afecto, como también desde el límite”.
“Me siento respetada y estoy muy conforme con lo que vengo haciendo en estos dos años y medio y espero seguir por mucho más”, dijo Dolores Muro al tiempo que añadió que “los logros están a la vista, tengo una libertad absoluta para trabajar, que es la misma que intento trasladar a mi equipo de trabajo y agregando que sin respeto es imposible ir para adelante».
Mencionó en este sentido que la “relación” que se mantiene desde la Subsecretaría con otras áreas “es muy buena. Mi trabajo es más técnico y trata de negociar, ceder y aceptar distintas formas de trabajo continuamente. Hemos podido consensuar siempre y llegar a buenos acuerdos. Además todo lo que hemos propuesto –con mi equipo– lo hemos podido lograr. El apoyo simbólico del Intendente y los recursos económicos para apoyar las diferentes propuestas lo hemos tenido y eso es fundamental”.
Al hablar de la actualidad del área, Muro consideró que “toda la Subsecretaría está conformada por Direcciones que trabajan con la gente en situaciones de mayor vulnerabilidad. Nuestro mayor objetivo es restituir derechos y proteger, la gente llega muy vulnerada a nuestros servicios, con mucho dolor y sufrimiento. Y nosotros estamos en un momento de fortalecimiento de nuestros equipos: trabajamos muy al límite continuamente y esto repercute en los equipos, entonces trabajamos mucho hacia el interior, para poder estar fuertes y dar respuestas adecuadas que la gente necesita”.
“Fue un año de concreciones simbólicas y materiales. Las materiales son las más fáciles de decir, por ejemplo la compra de dos autos para nuestros servicios, el arreglo de Casa del Adolescente en el que pudimos realizar las divisiones de las habitaciones (que tiene que ver con la intimidad de los chicos y el mayor cuidado hacia ellos), el mantenimiento diario de los edificios es una cotidianeidad y también el hecho de poder sostener y concretar proyectos de la mesa local contra la violencia de género. Además a través de la Promoción de Derechos del Servicio Local pudimos tener un contacto directo y sostenido durante todo el año con primera infancia en todos sus niveles. La semana pasada, por ejemplo, hicimos el cierre con las inspectoras del Nivel Inicial y de Psicología de Educación con una evaluación súper positiva. Esto va a continuar en 2019 con la concreción de los proyectos y en un mayor acompañamiento para ir focalizando según las necesidades e inquietudes de los jardines”, enumeró.
Como hitos de logros en el corriente año, la titular de la Subsecretaría de Derechos, Igualdad y Oportunidades enfatizó en “la concreción y el sostenimiento de la Coordinación de Políticas de Juventud, con la puesta en marcha del Consejo Juvenil Ubuntu, que consolidó la participación activa en el HCD y en distintas instituciones, como el afianzamiento del grupo de jóvenes que lo conforman. Eso fue importante, porque dimos visibilidad a los chicos, que en este espacio tienen un lugar de confianza y escucha. Fue un apostar de la gestión que tuvo sus resultados: el trabajo que hacemos es reconocido por superiores -como en la Provincia de Buenos Aires- y nos llena de orgullo”.
También en este sentido, remarcó como un logro destacado el trabajo de “la mesa de diálogo que tenemos con Educación, cuyo principal objetivo es llevar acciones corresponsables que tengan que ver con la promoción de protección de derechos y restitución de derechos para nuestros niños, niñas, adolescentes y jóvenes de Olavarría. Si bien fue una mesa que nos costó mucho trabajo, ya hay un entendimiento y un camino recorrido con muchos logros. Todos vamos hacia un mismo objetivo y somos todos responsables. Cada vez se suman más actores y eso es lo principal. Es un proyecto que en octubre se presentó en el Consejo Provincial y tuvo gran repercusión, porque nos piden el proyecto y el asesoramiento en distintas ciudades que conforman la región”.
Muro subrayó que “el gran desafío del año pasado fue el comienzo del grupo de asistencia a las personas que ejercen violencia. Fue una gran discusión al interior del equipo de Políticas de Género y la verdad me llena de orgullo porque fue consensuado y pudo construir de a poco. Nos tuvimos que convencer de lo que hacíamos, no hay prevención posible sino trabajamos con las personas que ejercen violencia y este ha sido el gran proyecto que se concretó este año, por lo que significó para todos nosotros como profesionales. El ciclo de los grupos empieza con talleres de nuevas masculinidades, que son muy movilizantes y estamos cerrando este proceso para que las personas que participaron pasen a grupo terapéutico”.
Al respecto, indicó uno de los principales objetivos del 2019 “es poder concretar la construcción de viviendas de personas víctimas de violencia. Van a ser en Sierra Chica, con el aporte de Obras Públicas, en un proyecto que articula también con Desarrollo Social. Está todo encaminado”.
“El gran desafío como equipo es seguir trabajando en la empatía con las personas a las que asistimos diariamente. Sin empatía y respeto no hay trabajo que salga bien. Es un desafío diario por la complejidad con la que trabajamos todos los días, con la impotencia que nos generan las situaciones con las que tomamos contacto a diario, fijando el objetivo de trabajar con y para la gente. El trabajo en equipo y la formación tienen que ser continuos para no perder el eje de hacia dónde vamos y esa es la única forma de concretar objetivos como la restitución de los derechos”, concluyó.