Con gran felicidad, en los primeros días del mes de diciembre en el Bioparque Municipal “La Máxima” se produjo el nacimiento de una pichona hembra de Cóndor Andino (Vultur gryphus), la segunda de la temporada. Este nacimiento fue fruto de la consolidación de los lazos de la pareja reproductiva “Rawson” y “Curá” y llegó tras cuatro años sin reproducción.
En paralelo, en el corriente año se produjo el nacimiento de Mawun, pichona engendrada por la misma pareja reproductiva; nacida y alojada en el Centro de Incubación Artificial del PCCA en el Ecoparque Buenos Aires. En este lugar es en el que se realiza la cría de las pichonas a través de títeres de látex -que representan a sus padres- y de manera aislada de los seres humanos, para evitar que se familiaricen con nuestra especie. Luego del tiempo prudencial de su crecimiento, Mawun será liberada con una bandada de cóndores en la costa atlántica de la Patagonia en el año 2020.
Esta pichona -a diferencia de Mawun- será criada por sus padres en La Máxima, en la condorera: el espacio que se encuentra especialmente acondicionado para su bienestar.
En este sentido, el director del Bioparque solicitó respetar los procesos biológicos necesarios, por lo que se recomienda cuando realicen visitas por el sector, hacerlo en silencio y con mucho respeto hacia los animales.
El director del Bioparque Flavio Maldonado, expresó emocionado: “para nuestra institución es todo un objetivo alcanzado y representa una alegría inmensa para quienes trabajamos en el Proyecto de Conservación del Cóndor Andino”.
En este contexto, Maldonado resaltó “el trabajo fundamental de nuestro equipo veterinario: ellos fueron indispensables para darle sustentabilidad al programa de conservación que tiene su base en el bienestar de los animales y el cuidado sanitario”.
Asimismo, el funcionario destacó que “para obtener este resultado fue determinante el acompañamiento de las autoridades municipales, la subsecretaria de Cultura Agustina Marino, el secretario de Desarrollo Humano y Calidad de Vida Diego Robbiani y el intendente Municipal Ezequiel Galli”.
De esta manera, Olavarría se consolida como “cuna de cóndores”.
Amanecer, Luz, Energía
En cuanto a la elección del nombre del flamante ejemplar, desde la Dirección del Bioparque se busca la participación comunitaria, por lo cual se abrió una votación para que, quienes lo deseen, puedan elegir uno de los tres nombres postulados para la pichona.
Las opciones son las siguientes:
Paqari (quechua): Amanecer
Lihuen (mapuche): Luz
Newen (mapuche): Fuerza o energía
La votación se realiza a través de la página de Facebook oficial: Municipio Partido de Olavarría. Para participar, deben escribir el nombre elegido en la sección comentarios de la presente publicación.
La opción que cuente con más votos el sábado 21 de diciembre a las 00:00 horas será el nombre elegido para la pichona.
Cóndor Andino
El cóndor andino, el ave voladora más grande del mundo, ha sido honrado por las comunidades originarias de Sudamérica, quienes lo consideran un nexo sagrado entre los hombres y Dios.
Abundante en otro tiempo, este animal emblemático, eslabón simbólico con nuestro pasado cultural, se ha convertido hoy lamentablemente en un desafío para la conservación.
Por lo que esta noticia que se dio a conocer recientemente, viene a sumar esfuerzos al Proyecto de Conservación del Cóndor Andino (PCCA) y a nivel local consolida una de las misiones centrales de nuestro Bioparque, dedicado a la conservación, reproducción y reintroducción de especies en sus ambientes naturales y especialmente permite consolidar los lazos de la pareja reproductiva “Rawson y Curá”.
El hecho además se constituye en un importante logro para el equipo de Bienestar Animal, que viene trabajando desde hace años en el Proyecto de Conservación Andina.
Proyecto de Conservación del Cóndor Andino
Esta especie tiene una muy baja tasa reproductiva, necesitan más de 10 años para alcanzar la madurez sexual y, cada pareja, sólo es capaz de criar un solo pichón, cada dos o tres años.
Sin embargo, en cautiverio, es posible aumentar su capacidad reproductiva, retirando el primer huevo de la temporada y dejando el segundo al cuidado de sus padres.
El Programa de Conservación Cóndor Andino (PCCA), se originó en el año 1991, en el marco del Programa Binacional entre Chile y Argentina, un ejemplo de colaboración internacional que ha logrado reintroducir 183 ejemplares en todo Sudamérica.
Su principal objetivo es asistir a la conservación de estas fabulosas aves y su majestuoso ecosistema, a todo lo largo de la cordillera, para asegurar la supervivencia de quien es considerado el Espíritu viviente de los Andes.
El uso de radiotelemetría y transmisión satelital, asociado a intensos trabajos de campo, permitieron crear un GIS (Sistema de Información Geográfica) específico para esta especie en el marco del Programa Laboratorio de Investigación Registrado de Intergraph de la FBA. Además fue creado un software especial, llamado Decosat, un programa simulador de vuelo que ayuda a comprender mejor los patrones de sus desplazamientos. Gracias a esta moderna tecnología, es posible descubrir el uso que hacen del ambiente, sus dormideros, su capacidad de vuelo, preferencia de hábitat, entre otras cosas. Esta información orienta la toma de decisiones que hacen a la conservación de estas fabulosas aves y el equilibrio de su majestuoso ecosistema.