De acuerdo a las noticias de las últimas semanas en los medios de comunicación locales, la aparición de animales silvestres en diferentes puntos de la ciudad suele ser frecuente en temporada de verano.
Ante esto, la recomendación es no hacerles daño a los animales y comunicarse inmediatamente al 103 (Defensa Civil), al 100 (Bomberos Voluntarios de Olavarría) o al 423211 (Bioparque “La Máxima”), tratando de no perder de vista el ejemplar y sin tratar de capturarlo, por el riesgo que esto implica.
¿Qué pasa si es una serpiente venenosa?
En caso de mordedura de un ejemplar venenoso es imprescindible el tratamiento médico: aunque la acción del tóxico no pone en riesgo la vida del accidentado de manera inmediata, se hace urgente la necesidad de recurrir al uso de la antitoxina específica con la mayor premura, concurriendo a un centro de salud próximo.
No obstante, cabe destacar que cuando una persona y una serpiente se encuentran, lo habitual es que esta última trate de pasar desapercibida o escapar si se le da la posibilidad. Por lo general, las serpientes sólo muerden cuando son pisadas o apresadas, cuando se ven sorprendidas por un movimiento repentino y no pueden huir o cuando no se hace caso a su posición defensiva y la persona se acerca demasiado superando el umbral defensivo del ofidio.
Generalmente, sale a cazar cuando cae la tarde, que es la hora en la que abundan sus presas favoritas, los roedores (lauchas de campo, ratas conejo, ratas coloradas y cuises pampeanos), por lo que es una hora en la que debiéramos intensificar las medidas de prevención.
Es peligroso atravesar áreas poco conocidas (pajonales, bosques, selva, zonas inundadas, etc.), especialmente por la noche, así como trepar por rocas o árboles, o caminar en zonas donde puedan ser poco visibles por la presencia de hierba alta, desniveles en el terreno u oquedades. Otra práctica de riesgo es introducir las manos en huecos de árboles, cuevas, nidos o fogones abandonados, levantar piedras o troncos sin tomar los recaudos necesarios, así como intentar cazar o tomar serpientes con las manos cuando parecen muertas. Es peligroso hostigar a una serpiente o manipularla.
Algunas recomendaciones:
– No salir al campo sin zapatos y ropa adecuada: Para caminar por la hierba alta o en la maleza lo mejor es llevar pantalón de loneta, con botamanga ancha, botas altas de cuero o goma gruesa por debajo de los pantalones, o usar polainas.
– No acercarse a las serpientes. Si no es posible alejarse a tiempo, abstenerse de hacer movimientos bruscos.
– No tocar nunca a una serpiente, ni siquiera aunque parezca muerta. Algunas se quedan inmóviles para que no las ataquen.
– Cuando se va a realizar una actividad en un área ofidiógena, informarse sobre las serpientes venenosas locales consultando con alguien conocedor. Aprender a distinguirlas y enterarse de dónde pueden encontrarse. La mayor parte de ellas vive a nivel del suelo en cuevas, bajo rocas, troncos o arbustos.
– Tomar mayores precauciones por la noche, ya que es entonces cuando desarrollan su mayor actividad muchas serpientes.
– Indicar a los niños que no anden descalzos, que preferentemente lleven botas y que lleven una linterna cuando salgan por la noche (siempre es preferible que no salgan). También recomendarles que no hostiguen a ninguna serpiente.
– Los niños pequeños deben ser llevados en andas al atravesar zonas con potencial presencia de ofidios.
– En zonas con ofidios, colocar en las aberturas de las casas alambre tejido o similares a fin de impedir la entrada de los ofidios al domicilio.
– No levantar piedras o troncos con las manos desprotegidas, ni meter la mano o el pie en agujeros del terreno, en huecos de árboles, cuevas, nidos y fogones abandonados. Antes de pasar sobre un tronco o roca examinar bien el otro lado por si hay serpientes y, si es posible, tantear con un palo.
– Mantener el espacio lindero al domicilio con pasto corto, libre de malezas y residuos que puedan atraer roedores que constituyen uno de los alimentos de los ofidios.
– No dormir en el suelo. Durante el sueño la persona podría colocarse sobre una serpiente al cambiar de postura, ya que las serpientes podrían acercarse guiadas por el calor corporal.
– Deben protegerse los predadores naturales de los ofidios venenosos (aves rapaces, algunas culebras) puesto que constituyen efectivos controles biológicos que evitan un desmesurado aumento de su población.
– En zonas con ofidios, colocar en las aberturas de las casas alambre tejido o similares a fin de impedir la entrada de los ofidios al domicilio.
– Los alacranes son de hábitos nocturnos y la mayor parte del tiempo la pasan en lugares escondidos, bajo la corteza de árboles caídos, entre piedras o cualquier lugar húmedo y oscuro. Prefieren los lugares cálidos, lo cual no significa que puedan encontrarse en lugares fríos. Pueden encontrarse en zonas urbanas como agrestes. La mayoría de las picaduras se dan en los miembros inferiores específicamente en los pies, ya que suelen elegir los zapatos para esconderse y al sentirse agredidos atacan sin dudar.
– También se recomienda sacudir la ropa de cama antes de acostarse o acostar un bebe o niño y tener precaución cuando se examinan cajones o estantes.
– Es importante evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros, leña, etc., o cualquier espacio donde puedan esconderse los alacranes; controlar la basura para reducir la cantidad de insectos (arañas y cucarachas) que sirven de alimento a este tipo de arácnidos; colocar rejillas en desagües, colocar burletes en puertas, reparar grietas en paredes, pisos y techos; mantener el aseo en la vivienda y los alrededores de la misma.
– En caso de ser picado por un alacrán, se debe evitar apretar o perforar el área de la picadura, quemar o aplicar soluciones sobre la misma e intentar retirar el veneno por la boca. Frente a eventuales picaduras, consultar rápidamente al médico y en lo posible llevar el arácnido para ser identificado. Ante la duda consultar con la Dirección de Bromatología al teléfono 423737 o al Bioparque La Máxima al 423211 para su correcta identificación.