La Dirección de Desarrollo Agropecuario ofrece recomendaciones para prevenir la triquinosis, tanto para la faena familiar como para la elaboración o compra de chacinados.
Con el cambio de estación y la aparición de los climas fríos propios de la época del año, se realizan las habituales carneadas y la elaboración de subproductos cárnicos; dado que la temperatura favorece al secado de los chacinados secos (salamines, bondiolas, pancetas etc.).
La elaboración de chacinados en forma casera es una práctica habitual en nuestro país y el Partido de Olavarría no está exento. Tales productos son elaborados principalmente con carne porcina, por lo que es importante tomar precauciones para evitar la aparición de enfermedades como la triquinosis.
Dicha enfermedad zoonótica es producida por el parásito Trichinella Spiralis, el cual habita en el músculo de animales salvajes o domésticos e ingresa al ser humano al consumir alimentos infectados, que no sufrieron ningún proceso de cocción adecuado, o chacinados secos como salamines, pancetas, jamones, etc., los cuales por su tipo de elaboración (salazones) no permite la eliminación del parásito.
Para prevenir esta y otras enfermedades zoonóticas transmitidas por alimentos, se recomienda a los elaboradores la utilización de materia prima segura (carne procedente de frigoríficos habilitados sometida a controles de calidad).
En caso de obtener mediante caza carne de animales como el jabalí, de criaderos propios o particulares, esta deberá ser sometida a un análisis de triquinosis. No podrá efectuarse ninguna elaboración hasta obtener el resultado del mismo. El examen se realiza sobre una muestra cárnica obtenida de la entraña del animal (músculo que por su irrigación contiene una alta carga parasitaria en caso de estar presente). También puede realizarse sobre muestras de otros cortes cárnicos como músculos maseteros o masticadores y base de la lengua), aunque no es lo ideal. Tales muestras se deberán llevar a un laboratorio de diagnóstico para su procesamiento.
Al consumidor se le recomienda siempre consumir alimentos seguros, que indiquen el origen del producto mediante rotulo certificado. Evitar las compras de chacinados secos sin ningún tipo de inscripción o etiqueta que se vendan en puestos o lugares de dudosa procedencia.
Cabe destacar, que la aparición de la enfermedad se ha visto en aumento por el consumo de animales salvajes producto de la caza, y la crianza de cerdos en lugares no aptos, que son alimentados con desperdicios, favoreciendo la aparición de roedores (reservorio del parásito) que al ser consumidos vivos o muertos con el alimento por los porcinos permiten la transmisión de la Trichinella Spiralis.