Días pasados un vecino de Loma Negra acercó al Bioparque La Máxima una víbora que pudo ser identificada como yarará grande (Bothrops alternatus). El vecino encontró el ofidio en inmediaciones del Club Loma Negra y luego fue trasladado al Bioparque «La Máxima». En este marco, se ofrecen recomendaciones ante la aparición de este tipo de especies.
Olavarría pertenece al cordón serrano del sistema de Tandilia, zona endémica de yararás grande y ñata, por lo que es común que aparezcan estas especies en la zona.
A partir de este hallazgo y otros similares, desde la Dirección del Bioparque se aclara que estos ejemplares son venenosos y en caso de mordedura es imprescindible el tratamiento médico. Aunque la acción del tóxico no pone en riesgo la vida del accidentado de manera inmediata, se hace urgente la necesidad de recurrir al uso de la antitoxina específica, con la mayor premura concurriendo a un centro de salud.
Cuando una persona y una serpiente se encuentran, lo normal es que esta última trate de pasar desapercibida o escapar si se le da la posibilidad. Por lo general, las serpientes sólo muerden cuando son pisadas o apresadas, cuando se ven sorprendidas por un movimiento repentino y no pueden huir o cuando no se hace caso a su posición defensiva y la persona se acerca demasiado superando el umbral defensivo del ofidio.
Las víboras cumplen un rol clave en el ecosistema al controlar las poblaciones de roedores, especies sumamente prolíficas que, sin esos adecuados frenos naturales, acarrearían notables perjuicios a la vegetación en general y, particularmente, a los seres humanos, ya que transmiten enfermedades zoonóticas como las producidas recientemente en el sur argentino.
Generalmente, sale a cazar cuando cae la tarde, que es la hora en la que abundan sus presas favoritas, los roedores -lauchas de campo, ratas conejo, ratas coloradas y cuises pampeanos- por lo que es una hora en la que debiéramos extremar las medidas de prevención. Resulta peligroso atravesar áreas poco conocidas especialmente por la noche, así como trepar por rocas o árboles, o caminar en zonas donde pueda ser poco visible por la presencia de hierba alta, desniveles en el terreno u oquedades. Otra práctica de riesgo es introducir las manos en huecos de árboles, cuevas, nidos o fogones abandonados, levantar piedras o troncos sin tomar los recaudos necesarios, así como intentar cazar o tomar serpientes con las manos cuando parecen muertas. Es peligroso hostigar a una serpiente o manipularla.
Los niños pequeños deben ser llevados en andas al atravesar zonas con potencial presencia de ofidios. Por otro lado se recomienda colocar en las aberturas de las casas alambre tejido o similar a fin de impedir su entrada al domicilio. Mantener el espacio lindero al hogar con pasto corto, libre de malezas y residuos que puedan atraer roedores, que constituyen uno de los alimentos de los ofidios.
Desde el Bioparque “La Máxima” se recomienda que, ante la presencia de un animal sospechoso, se comuniquen inmediatamente a cualquiera de los siguientes números:
- 103 Defensa Civil
- 100 Bomberos Voluntarios de Olavarría
- 423211 Bioparque “La Máxima”
Se sugiere tratar de no perder de vista el ejemplar y no intentar capturarlo, por el riesgo que esto implica en la manipulación de los mismos: una serpiente puede morder incluso durante varias horas después de muerta (por reflejo).
Por último se recuerda que desde el Bioparque se brindan charlas de ofidismo a Instituciones educativas y de la comunidad en general durante todo el año.