El trabajo comunitario realizado en el marco del Programa de Conservación de Pecaríes de Collar, iniciado desde el Bioparque Municipal “La Máxima” hace más de tres años, rinde hoy sus frutos.
Esta especie se constituye en un eslabón indispensable en el ecosistema de la Reserva del Iberá y en este sentido la organización “The Conservation Land Trust” (CLT) trabaja desde hace más de 13 años, en el marco del proyecto de conservación que busca devolver al Iberá a los pecaríes que desaparecieron ya sea por acción de la caza indiscriminada o por destrucción del hábitat.
En el Iberá se está desarrollando un interesante proceso de restauración ecológica a gran escala, que incluye la reintroducción de grandes mamíferos localmente extintos. Uno de estos proyectos es la reinserción del pecarí de collar.
La reintroducción de los pecaríes en su hábitat
Para la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la autoridad mundial en cuanto al estado de la naturaleza y los recursos naturales, el pecarí de collar o morito está catalogado en la lista roja como una especie de “preocupación menor” en el mundo.
En Argentina, se la considera “extinta” desde el siglo XX en la provincia de Corrientes, Entre Ríos, buena parte de Santa Fe, Sur de Córdoba y el sudeste de Santiago del Estero.
La reintroducción del pecarí de collar comenzó en 2015 y fue en el año 2018 que nuestro Bioparque aportó animales a este programa, en lo que fue la reincorporación más grande, que se llevó adelante por nuestra institución.
El grupo, luego de ser estudiado, fue transportado a la estación biológica que CLT tiene en la provincia de Corrientes, donde permaneció durante cuarenta días. Posteriormente fueron llevados a un corral de pre-suelta de tres hectáreas situado en la Estancia Rincón del Socorro, propiedad de la organización, ubicada en la misma provincia durante otras cuatro semanas, para finalmente liberarlos en el mismo predio con el fin de lograr una población autosustentable.
Todo el proceso de reintroducción de especies es avalado por criterios científicos. En el caso del pecarí, por ejemplo, debe constatarse que no haya otras poblaciones de la misma especie en la zona u otro mamífero nativo que se vea amenazado por el retorno de este pequeño mamífero. Inicialmente antes de soltar a todos los pecaríes se les colocaban radiocollares para rastrear su localización en el campo.
Sabemos que la reinserción del pecarí de collar es un eslabón indispensable en la restauración ecológica de la reserva natural Iberá. El pecarí de collar es uno de los principales frugíferos silvestres del norte argentino, que cumple un rol importantísimo para que los bosques se regeneren, por su función de dispersores de semillas y además son piezas claves, como presas, en la cadena alimenticia para que la liberación del yaguareté sea exitosa.
Actualmente, el Bioparque cuenta con la autorización para realizar el traslado de los animales, ahora comienza el trabajo de sinergia para la construcción y restauración de cajas transportadoras, mangas de encierre para la contención del animal y muchas horas de viaje.