La Semana Mundial de la Sensibilización sobre la Sal es una fecha variable y este año se celebra del 15 al 21 de mayo de 2023.
En el corriente año, el lema de la Semana Mundial es “Deshazte de la sal”. Su principal objetivo es sensibilizar y concientizar a la población de la disminución del consumo de sal y de esta forma prevenir enfermedades, sobre todo de origen cardiovascular.
En este contexto, Bromatología brinda información necesaria en adhesión a la fecha.
Sal y sodio
Muchas veces usamos estos términos indistintamente, pero son diferentes. La sal es un compuesto que abunda en la naturaleza y está formada por el mineral sodio, responsable del sabor salado. Los alimentos naturales (frutas, verduras, legumbres y carnes frescas) aportan pequeñas cantidades de sodio que son las que nuestro organismo necesita para su funcionamiento.
Tipos de sal
La sal (cloruro de sodio) es la principal fuente de sodio en nuestra alimentación. Pero podemos distinguir entre la sal visible, aquella que agregamos al cocinar o servir las comidas en la mesa, y la sal invisible, la que proviene fundamentalmente de alimentos procesados (por ejemplo: fiambres, embutidos, caldos, conservas, etc.), que aportan alrededor del 70% del sodio consumido.
Entre los grupos de alimentos que aportan mayor cantidad de sodio, se encuentran:
- Farináceos
- Productos cárnicos y derivados
- Quesos
- Sopas, aderezos y conservas
El sodio también es utilizado en los procesos de elaboración de alimentos en forma de aditivos con base sódica, con diferentes funciones tales como antioxidante, conservante, resaltador de sabor, entre otros.
Este aporte de sodio, que no es en forma de cloruro de sodio, generalmente está presente en menores proporciones.
Los números de la sal en Argentina, según el Ministerio de Salud
- 12 gr de sal consumen en promedio diariamente los argentinos, cuando lo recomendado son 5 gr.
- 17,3% de la población agrega siempre sal a la comida luego de la cocción.
- 65% –70% aproximadamente del sodio que consumen las y los argentinos proviene de los alimentos procesados o industrializados.
- 34,1% de la población tiene hipertensión arterial.
- El promedio diario de porciones de frutas o verduras consumidas es de 1,9 por persona (la cantidad recomendada es de 5 porciones diarias).
La disminución a 3 gr. de la ingesta diaria de sal de la población argentina evitaría en nuestro país cerca de 6.000 muertes por enfermedad cardiovascular y ataques cerebrales, es decir, aproximadamente 60.000 cada año.
Para reducir el consumo de la sal en nuestra dieta diaria, sólo bastará seguir algunos consejos prácticos que se enumeran a continuación:
- Selección de alimentos con menor contenido de sodio a partir del rotulado nutricional
El rotulado nutricional nos informa sobre las propiedades nutritivas de un alimento, constituyendo una herramienta que nos permite comparar con otros alimentos y realizar una mejor elección de acuerdo a nuestras necesidades.
A partir de la Ley Nº 26.905 de Promoción de la Reducción del Consumo de Sodio en la Población, sancionada en 2013, el Código Alimentario Argentino (CAA) establece límites máximos en el contenido de sodio para diferentes categorías de alimentos.
Uno de los datos obligatorios que debe figurar en el rotulado nutricional es el contenido de sodio que presentan los alimentos por porción de consumo.
En este sentido, los sellos de advertencia (Ley Nº 27.642) buscan advertir en los alimentos y bebidas sin alcohol el contenido excesivo de nutrientes críticos como azúcares, grasas totales, grasas saturadas y sodio, y de calorías, así como la presencia tanto de edulcorantes como de cafeína. Lo hacen a través de un gráfico con la palabra EXCESO EN, o un rectángulo que advierte sobre el contenido de cafeína o edulcorantes y la recomendación para evitar su consumo, sobre todo en infancias.
En Argentina se utiliza el sello de advertencia en forma de octógono negro ya que presenta mejor visibilidad, atención y brinda información clara, rápida y fácil.
- Reducción de la sal en casa
– Moderación en el consumo de alimentos procesados.
– Cocina sin sal.
– Evitar el salero en la mesa, también contribuye a desarrollar un hábito saludable en los niños.
– Realzar el sabor de las comidas con hierbas aromáticas frescas, especias, jugo de limón, ajo, etc.
– Aumento del consumo de frutas y verduras frescas (no enlatados).