El Bioparque La Máxima –dependiente de la Subsecretaria de Cultura y Educación de la Secretaria de Desarrollo Humano y Calidad de Vida– continúa la campaña que promueve hábitos consumo responsable, con el uso eficiente de los recursos que contribuyan a reducir la generación de residuos y fomentar la reutilización, el reciclaje y el cuidado del ambiente.
Es entonces que este sábado 25 de mayo se desarrollarán talleres, acciones de comunicación, formación y participación ambiental dirigidos a las familias.
Desde las 16:00 horas en la Casona del Bioparque se llevará adelante un taller de reciclado libre en el marco de la Campaña RecapaCicla: los materiales con los que podrán acercarse para desarrollar el taller son objetos de madera, lijas, pinturas al agua, trapos cinta de papel, espátulas, diarios, CD, papel metálico para horno etc.
Esta serie de talleres pretende desarrollar la capacidad creativa en la re-utilización de materiales y trabajar con las Cinco Erres (5R): Reemplazar, Reducir, Reciclar, Reutilizar, Recuperar/Reparar, en este orden de importancia. De todas formas, el consumidor responsable debería pensar -en primer lugar- si realmente necesita el producto. Después, elegir los que no contribuyan a crear residuos inútiles: por ejemplo, evitar comprar productos descartables y preferir productos reciclables/reciclados.
La consigna de las cinco R (Reemplazar, Reducir, Reutilizar, Reciclar, Recuperar)
– Reemplazar: debemos evaluar los productos e investigarlos, teniendo en cuenta si son agresivos para nuestra salud y con el ambiente y reemplazarlos, en lo posible, por aquellos que sean más saludables para nosotros y el planeta.
– Reducir: la reducción ayuda a evitar la extracción de recursos naturales y la utilización de agua y energía para la obtención de nuevos materiales. Es primordial comprar menos y mejor. No sólo pensando en la relación calidad – precio sino también la relación calidad – coste ambiental. Debemos evitar la adquisición de elementos que pronto serán basura, tales como envases descartables o productos con envoltorios innecesarios y envasados excesivos. Volver a usar bolsas de tela, cestas o el clásico carrito de compra y prescindir de la bolsa plástica. No tenemos que sumarnos a la moda que hace obsoleto lo que se acaba de comprar e incita al despilfarro. Elijamos productos destinados a ser duraderos, que estén construidos con materiales fáciles de reciclar o reciclados y con procesos de fabricación que no empleen contaminantes.
– Reutilizar: muchos de los elementos que tiramos podrían volver a ser usados, tales como las bolsas para las compras, los envases retornables, etc. Evitemos productos desechables o de mala calidad. Es mucho más ecológico reutilizar que reciclar, ya que no hace falta gastar energía en la fabricación de los productos.
– Reciclar: el proceso de reciclado comienza en casa, a través de la separación en origen de los diferentes materiales que desechamos y agrupando de esta manera los diversos tipos de basura. El objetivo es, en primer lugar, evitar que los distintos elementos se contaminen, para poder reincorporarlos al ciclo productivo. En segundo lugar, facilitar la operación y distribución de los residuos, mejorando así los porcentajes de recuperación y reciclaje. De esta manera se recuperarán directa o indirectamente los componentes de la basura, reinsertando los productos en el ciclo productivo y procesándolos para darle un nuevo uso, en algunos casos el mismo para el que fueron creados y en otros, elementos de una calidad inferior (como en el caso de los plásticos), o utilizando los desechos orgánicos como fertilizantes naturales para la agricultura. Así ayudamos a conservar los recursos naturales, a ahorrar energía, a disminuir el volumen de residuos y protegemos el medio ambiente.
– Reparar: debemos cambiar nuestras normas de conductas agresivas para vivir de forma más armónica con el medio ambiente. Es importante no contribuir a seguir sumando desechos, evitando tirar los productos que se nos rompen: arreglarlos en vez de comprar uno nuevo cada vez que tenemos un problema. Esto, además de ser ecológico, también es económico: es un derroche tirar unos zapatos porque se les despegó la suela o un electrodoméstico porque se rompió el enchufe.