El Encuentro Nacional de Platería es un evento único en nuestro país que permite, no sólo un dialogo entre artistas de diferentes lugares de Argentina y el exterior, sino también mostrar y dar a conocer un oficio tan noble como es la orfebrería.
Este año ha sido marcado por una situación mundial que obligó a modificar algunas propuestas para que puedan seguir adelante y es así como, este domingo 1° de noviembre, dará inicio el 9° Encuentro Nacional de Plateros que se desarrollará -de manera virtual- hasta el 13 de diciembre La programación, que se podrá visualizar en las redes sociales y canal de YouTube del MDA, cuenta con la participación de más de 40 orfebres locales, regionales, nacionales e internacionales; y tendrá también actividades complementarias que permitirán conocer a los diferentes participantes y abordar problemáticas vinculadas con el oficio.
El Encuentro Nacional de Plateros, que tiene formato de bienal, comenzó en 1992 y siempre trató de resaltar la obra de la platería olavarriense que se destaca por una impronta de notables orfebres, marcada fuertemente por el particular estilo que inspiró Dámaso Arce y que continúa hoy con la Escuela Municipal a cargo del maestro Armando Ferreira.
En el año 2014, Armando Ferreira fue reconocido como Ciudadano Ilustre por su trayectoria en el arte de la orfebrería y su aporte realizado al oficio, ya que sus obras mantienen intactos los procedimientos y técnicas que datan de principio de siglo, contando en su haber con numerosos premios y reconocimientos a nivel local, nacional e internacional.
En estos encuentros se muestra un panorama de la platería argentina actual, con la presencia de los plateros históricos, la generación intermedia y las nuevas, que aportan su creatividad y fuerza.
Durante la primera semana del Encuentro, se hará fundamental hincapié en las obras de Dámaso Arce -que forman parte del patrimonio cultural de todos los olavarrienses- donde se podrá conocer más sobre su historia y sus obras.
Una historia que comienza con el nacimiento de Damáso Arce el 12 de diciembre de 1874 en Filiel, departamento de Astorgas, provincia de León, Castilla la vieja, España. En 1901 se radicó en Olavarría y vino a trabajar en el taller de platería que el señor Alejandro San Martín tenía instalado en la calle Rivadavia (ex-casa “ETAM’’).
Poco tiempo después, pasó como oficial joyero a la casa de negocio del señor Luis Broggi y en 1905 compró la sociedad Luis Broggi y Cia, continuando con la actividad comercial y con su pasión de artista y coleccionista.
Ya en 1910 coleccionaba minerales, huesos de animales anti-diluvianos, antigüedades, obras de arte, etc. Y en 1914 parte de su casa había sido transformada en museo e invitaba a visitarlo a toda persona amiga, para explicarle el valor y motivo de colecciones. Por la amistad que fue cultivando con artistas de la capital, tiempo más tarde, se relaciona con la peña de Bellas Artes que se reunía en el café Tortoni, y es allí, donde se amplía su entorno de amigos pintores, escultores, escritores, críticos de arte, etc.
En 1918 compró el primer cuadro que vendió Benito Quinquela Martín. Es desde esa fecha que su museo toma un acelerado ritmo y las paredes de su casa se van cubriendo de cuadros y sus vitrinas de antigüedades, medallas, etc.
El 12 de octubre de 1923, Dámaso Arce inauguró el museo “Hispano-Americano”. A partir de este suceso Arce se dedicó casi exclusivamente al museo y a su actividad dentro de la platería. Producía piezas que no eran comerciales y en las que el estilo y creatividad personal, expresaban su mayor plenitud.
El 13 de febrero de 1925, Dámaso Arce, vendió la joyería a Amoroso, Llera y Cía. A partir de este año, realizó las mejores obras. Pero es a partir de su obra cumbre que fue conocido en todo el país, recibiendo las mejores críticas de personas entendidas en orfebrería de esa época.